Título: En la ciénaga
Título original: Rojst
Año: 2018
Duración: 250 min.
País: Polonia
Director: Jan Holoubek, Michal Marczak
Guion: Kasper Bajon, Jan Holoubek, Anna Kazejak-Dawid, Michal Marczak
Fotografía: Bartlomiej Kaczmarek
Música: Jan Komar, Malgorzata Penkalla
Género: Thriller
Elenco:
Dawid Ogrodnik (Piotr Zarzycki)
Andrzej Seweryn (Witold Wanycz)
Zofia Wichlacz (Teresa Zarzycka)
Magdalena Walach (Teresa Zarzycka)
Agnieszka Zulewska (Nadia)
Zbigniew Walerys (Zbigniew Brynski)
Piotr Fronczewski (Hotel Manager)
Ireneusz Czop (Fiscal)
Jacek Beler (Miliciano Marek Kulik)
Dariusz Chojnacki (Periodista Koledowicz)
Nel Kaczmarek (Justyna Drewiczówna)
De las últimas series que he visto en Netflix quiero recomendar En la ciénaga, serie polaca escrita por Kasper Bajon y Jan Holoubek (que a su vez también la dirige), formada por cinco capítulos de unos 50 minutos y la serie finaliza. A no ser que los guionistas sitúen a Witold y Piotr en la orbita occidental en una segunda temporada. La historia se ambienta en un pueblo de Polonia en los años 80. Allá llega, Piotr, un periodista, a trabajar en el periódico local. El régimen de libertades es limitado, todos se conocen, parece haber un informador en cada puerta. El joven –hijo de un alto cargo del partido- pone tierra por medio, deja Cracovia y quiere ganarse la vida ejerciendo su oficio sin cortapisas, alejado de la sombra alargada paterna. No le resultará fácil. De repente aparecen el cadáver de una prostituta en el bosque anejo a la ciudad y el de un hombre, que resulta ser un miembro del “partido”. Poco después aparecen los cuerpos de dos jóvenes, un chico y una chica, que al parecer se han suicidado.
A Piotr le acompaña su joven esposa, embarazada, pero entre ellos hay algo que dista mucho de la pasión. Además a Piotr su oficio le apasiona y más allá de escribir crónicas le gusta investigar, estar en todas las salsas, lo cual tendrá consecuencias, pues pasa mucho tiempo fuera del domicilio. Piotr debe contar con el auxilio de Witold, periodista veterano, con la piel curtida, que quiere jubilarse y viajar a Alemania del Oeste. Un viaje que todos parecen conocer. Lo cual siempre puede ser usado en su contra en el caso de que ose sacar los pies del testo.
El guion es complejo, poliédrico y en cada capítulo iremos conociendo algo más sobre los crímenes y los suicidios de los jóvenes, las causas que hay detrás, a medida que Piotr, tenaz en sus pesquisas, vaya averiguando cosas, ayudado por Witold, que se debate entre marchar y lavarse las manos o bien pringarse y ser honesto consigo mismo. El bosque que cerca el pueblo tiene una presencia amenazante y una historia que contarnos que se deriva de la segunda guerra mundial. Las autoridades hacen y deshacen a su antojo, echando mano de la milicia con Witek a la cabeza, capaz de ejecutar las acciones más viles. La puesta en escena es sobria (no hay aquí efectismos gratuitos), calma, el cielo es un sudario, la iluminación es tenue, y flota en el ambiente (y es lo mejor de esta gran serie) una atmósfera opresora, amenazante, tal que los jóvenes que se suicidan quieren escapar de esa ciénaga en la que viven, víctimas de una violencia que reciben del Estado, pero también de profesores (que aprovechan su posición de poder para abusar sexualmente de ellas) o de sus propios compañeras de clase, llevando estas a cabo acciones abyectas que vulneran la dignidad de una persona, de una adolescente. Hay muchos secretos inconfesados, silencios, verdades a medias, cuentas pendientes, y una moralidad ceñida al régimen político que les deja escaso margen de actuación para obrar con libertad.
Al margen de las series americanas hay otras series que cuentan con mucha menos publicidad pero que habida cuenta su calidad, merece mucho la pena ver, como La ciénaga, para conocer de paso otros países como Polonia, en otros momentos históricos, como la guerra fría, contando con un guion muy bien armado y unas interpretaciones intensas, convincentes, conmovedoras.