Expediente X: Creer es la Clave (The X-Files: I Want to Relieve, 2008)

Dirección: Chris Carter.
Reparto: David Duchovny (Fox Mulder), Gillian Anderson (Dana Scully), Amanda Peet (Dakota Whitney), Billy Connolly (padre Joseph Crissman), Alvin ‘Xzibit’ Joiner (agente Mosley Drummy).
Guión: Frank Spotnitz y Chris Carter.
Producción: Frank Spotnitz y Chris Carter.
Música: Mark Snow.
Fotografía: Bill Roe.
Montaje: Richard A. Harris.
Diseño de producción: Mark Freeborn.
USA 2008

Hace exactamente 10 años del estreno de la primera película basada en la popular, por entonces, serie televisiva de Expediente X y 6 desde que esta acabó. Ahora, los 2 agentes del FBI que se codean en su día a día con fenómenos extraños y de difícil explicación, vuelven a la pantalla grande para deleite de sus seguidores. Al pricipio de la película el agente Mulder aparece con una imponente barba, como para hacer notar el paso del tiempo.

La película no cuenta con efectos especiales abrumadores ni la historia destila la especial imaginación que sí tenían algunos de los episodios de la serie, respecto a la que ha cambiado bastante.

Por ejemplo, esa tensión sexual entre los 2 protagonistas que era una parte muy importante de toda la acción, se ha perdido, y los podemos ver compartiendo lecho sin mucho erotismo de por medio.

Pero sí algunas cosas que se mantienen. Por supuesto los 2 protagonistas y su posicionamiento en torno a los fenómenos de los que son testigos. Gillian Anderson sigue siendo la escéptica agente y Doctora Dana Scully, que no se cree nada de lo que oye y la mitad de lo que ve, que tiene alergia a todo lo que huela a Iglesia. Por otro lado David Duchovny le da la réplica como agente Fox Mulder, al que el FBI acude de nuevo como experto en fenómenos paranormales para que les ayude. Él sigue queriendo creer y al contrario que su compañera, siempre intenta ver más allá de la realidad e interconectar lo que le sucede con otras cosas que están fuera del entendimiento humano, siempre además con la presencia de su hermana abducida.

En esta ocasión es una agente del FBI, interpretada por Amanda Peet, la que va en busca de Mulder, sabedora de su fama, para intentar resolver un caso en que una de sus agentes ha sido secuestrada. Les está ayudando un cura pedófilo (Billy Connolly) que afirma tener poderes sobrenaturales, una especie de visiones, en las que ve lo que ha sucedido con la chica y las fechorías de sus captores.

La historia mezcla un poco de ficción y realidad para mantener el interés y poco a poco ir desvelando la verdadera historia que hay detrás del primer secuestro, al que siguen unos cuantos más, y de los restos humanos que los investigadores van encontrando.

En los actores principales parece percibirse la sombra del Sr. Dinero como único aliciente para hacer la película, no se les ve con la química que un día tuvieron ni tampoco que pongan especial entrega en sus interpretaciones. A ninguno de los 2 les ha faltado trabajo desde que dejaron la serie, pero no han podido mantener la fama que lograron con ella. A Duchovny le podemos ver actualmente en otra serie, Californication, con la que parece que está teniendo un relativo éxito, ya en la segunda temporada.

Entre las curiosidades está la aparición efímera del personaje del antiguo jefe de los agentes, Skinner, y otra aparición mínima, la de un cuadro de George Bush en las oficinas del FBI, sobre el que la cámara se centra mientras suenan las populares notas de la sintonía de la serie, como queriendo decir que el hecho de que haya llegado un tipo así a presidente de los Estados Unidos es un Expediente X en sí mismo.

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