Director: Lucio Pellegrini
Guión: Francesco Cenni, Lucio Pellegrini, Michele Pellegrini
Interpretación: Pierfrancesco Favino, Fabio Volo, Giuseppe Battiston, Claudia Pandolfi, Paolo Sassanelli, Giorgio Tirabassi, Fausto Maria Sciarappa, Teco Celio, Pietro Ragusa, Camilla Filippi, Lydia Biondi, Fabrizio Rondolino, Antonello Piroso, Chiara Tomarelli
FOTOGRAFIA: Gian Enrico Bianchi
MONTAJE: Walter Fasano
MUSICA: Giuliano Taviani
PAÍS: Italia 2010
GENER0: Commedia
DURACIÓN: 102 Min
Un accidente de trabajo mortal y una clase política que no está a la altura dan lugar a un situación surrealista. Un grupo de hombres decide secuestrar a un ministro, para con el dinero del rescate indemnizar a la familia del difunto. El grupo es heterogeneo pues lo integra un estibador, un dependiente de un autogrill, un investigador universtario y un expresidario. A última hora se les une unirá una periodista.
El caso es que una vez que llevan a cabo la acción sucede que entre las prisas y que no son unos profesionales en la materia, no han secuestrado a un ministro, sino a un subsecretario, el cual no saben muy bien qué pinta en la política, lo cual no es óbice para retenerlo igualmente.
Dado que una vivienda en el centro de una ciudad puede resultar un mal escondite, deciden llevarse el rehén, a los apartamentos de una estación de sky en el norte de Italia, frontera con Suiza.
En todo el momento la historia parece no sujetarse de ninguna manera, todo resulta totalmente inverosimil dentro de cierta coherencia, si esto es posible ya que a pesar de que parece muy difícil sacar adelante esta historia de realismo mágico, los personajes sí que se comportan de forma muy natural y realista, no son secuestradores y esto se nota en su relación con el rehén. No sienten ninguna aversión hacia el secuestrado, de ahí que este reciba un trato humano en todo momento. Además al no dedicarse al secuestro de modo profesional deberán conciliar su vida familiar con estos nuevos quehaceres, lo que da lugar a unos momentos hilarantes.
La aparición de la atractiva periodista permite además pergeñar una historia de amor dado que dos de los secuestradores la pretenden o gustan de ella.
El hartazgo hacia la clase política no solo es aplicable a Italia sino a casi todos los países europeos. Secuestrar a un ministro puede resultar una locura, pero a menudo cuando la gente está desesperada, recibe todos los días portazos en las narices, vive instalada en la precariedad típica de este mundo líquido y ve el cinismo como moneda de cambio, es capaz entonces de cometer cualquier aventura descabellada como esta.
Figli delle stelle es una agridulce tragicomedia, crónica de la realidad social y política italiana, que da la palabra a la gente del pueblo. Personas dispuestas a jugársela. El final no puede ser más poético.