Gangs of New York

Dirección: Martin Scorsese.
Año: 2002.
Interpretación: Leonardo DiCaprio (Amsterdam Vallon), Daniel Day-Lewis (Bill ‘El Carnicero’), Cameron Diaz (Jenny Everdeane), Jim Broadbent (Tweed), John C. Reilly (Jack)
Guión: Jay Cocks, Steven Zaillian y Kenneth Lonergan; basado en un argumento de Jay Cocks.
Producción: Alberto Grimaldi y Harvey Weinstein.
Música: Howard Shore.
Fotografía: Michael Ballhaus.
Montaje: Thelma Schoonmaker.
Dirección artística: Robert Guerra y Stefano Maria Ortolani.
Vestuario: Sandy Powe

Esta película nos cuenta como era la vida en la incipiente ciudad de New York en los años 40 del siglo XIX. El protagonista de la historia a través de cuyos ojos vemos el cambio que sufre la ciudad en aquellos años convulsos se llama Ámsterdam ( Leonardo Dicaprio).
Arranca la historia con una batalla sangrienta y cruda que tiene lugar en el barrio de Five Points, entre los bandos enfrentados de los Nativos y Los Conejos Muertos. Equipados con cuchillos, navajas, mazas y otras armas (no de fuego), en el fragor de la batalla van cayendo los cuerpos hasta que uno de los jefes de las respectivas bandas cae. Muere el líder de los conejos muertos a manos del Carnicero, líder de los nativos, mientras el hijo presencia el fatal desenlace de la muerte del padre. El crío es llevado a un orfanato. Transcurren quince años y Ámsterdam regresa al barrio en el que se crió y murió su padre. El Carnicero es ahora amo y señor de la totalidad de la ciudad, disgregada en multitud de bandas dedicadas al hurto, robo, pillaje, asesinato, etc. La policía se vende al mejor postor, bañada en corrupción y los políticos también, tratando estos de hacer acopio de los potenciales votos de las hornadas de inmigrantes irlandeses que llegan a diario a New York.
Ámsterdam entra por la puerta grande en la vida del Carnicero, que lo acoge en su manto protector. Para ello ha de trabajar bajo su mandato, dando pequeños golpes cuyo botín va a manos de su jefe. La rabia y determinación del muchacho le hace ganar enteros. Sus primeras andaduras las da en compañía de un amigo traficando con cuerpos de muertos, como vulgares ladrones de cuerpos.
Todos rinden pleitesía al carnicero y le dan gracias de estar vivos, pues con un solo chasquido, una orden del carnicero y serás alimento de los gusanos. Trata a los seres humanos como a las reses que despieza sin moral alguna y sin el menor sentimiento de culpa o remordimiento, matando con una asombrosa frialdad y facilidad.
La recreación de los barrios, calles, locales es sobresaliente. Ocurre lo mismo con el vestuario de la época. Brilla el presupuesto empleado en la realización de la película. No hay un derroche de efectos especiales o digitales, pero si que aparecen multitud de dobles en las escenas finales, cuando el populacho sale a las calles encolerizado, a la búsqueda del negro, de los policías, de los ricos y de todo poder establecido.
Hay varios hechos que están presentes en la historia:
La tirria que los nativos profesan hacia los negros, sin caer en la aberración de la esclavitud en los Estados del Sur, pero haciéndolos blanco de su ira, cólera y violencia.
La reclutación que el Gobierno hace de los ciudadanos (pueden no ir a la guerra previo pago de 300 dólares) en su totalidad gente irlandesa. Según bajan del barco a los Irlandeses, se les da la nacionalidad americana y acto seguido firman un documento para ir a la Guerra a luchar por su “país”. Se está cociendo la Guerra entre el Norte y el Sur.
Ámsterdam quiere aunar los esfuerzos de la numerosa comunidad Irlandesa presentando como candidato a un representante Irlandés, que como no puede aspirar a alcalde, lo presentan a Sheriff.
La película dura casi tres horas, pero no resulta pesada ni aburrida. El ritmo está bien distribuido a lo largo de la cinta, aunque hay escenas como la de los lanzamientos de cuchillos que se dilatan en exceso.
El proyecto es ambicioso y captará más la atención del público Americano que Europeo al identificarse con la historia de su país, o cuando menos de esta ciudad.
Destaca la portentosa interpretación de Daniel Day Lewis (el cual cada cierto tiempo deja su ocupación de zapatero en la Toscana e interpreta algún papel).
Dicaprio está solvente y Camerón Díaz funciona como gancho comercial. El resto de secundarios (John C. Reilly , Liam Neeson, etc están acertados).
No es una gran película ni mucho menos. Con una violencia (justificada) a tenor de las circunstancias de esos años, se ve sin forzar, pero no deja huella alguna tras su visionado.

Gangs of New York IMDB | Página oficial

Nuestra puntuación

2 comentarios en «Gangs of New York»

  1. Es una buena pelicula, vale. Hasta ahi bien. Pero a Gans of New York la falta algo de garra, la falla un montaje de los productores ciertamente precipitado. La faltan tramos mas interesantes en la historia, al igual que replicas mas contundentes a la genial interpretacion de Day Lewis, que por si solo tampoco puede mantener en pie la funcion.
    Sea como sea, y pese a hacerse un poco aburrida, estamos ante una pelicula bien dirigida, muy bien facturada y que tiene algunos momentos muy destacables como ese espectacular comienzo.

    Responder

Responder a John Trent Cancelar la respuesta