Esta pelÃcula es tan disparata como lo parece por su argumento.
Un pardillo llamado Miles (Daniel Radcliffe), desarrollador de videojuegos, esqueado y aburrido de su vida, decide meterse con las personas equivocadas en la deep web. Se trata de unos mafiosos que han ideado un juego que se retransmite de forma ilegal y en que 2 jugadores luchan a muerte entre ellos y todo vale. Pero cuando le descubren, le secuestran y Miles se despierta con un par de pistolas atornilladas a cada una de sus manos, un lÃmite de balas en cada una de ellas y siendo uno de los contrincantes del próximo duelo del demencial juego.
La pelÃcula es tan retorcida como parece, y esa es la parte negativa, que no tiene pies ni cabeza, pero si te dejas llevar por ella, acción no le falta. La forma de grabarla, casi en plan videojuego, es la parte positiva que le da esa energÃa que es su único aliciente.
Es curioso ver al que fuera modosito Harry Potter en esta aventura. Parece que esté intentando por todos los medios quitarse a ese personaje de encima y esta es una buena forma de hacerlo, ya que es todo lo contrario al joven mago. Y por otra parte, se ha tenido que divertir de lo lindo rodando.
Entre las referencias que podemos encontrar en la pelÃcula, se me ha venido a la cabeza constantemente Robocop, porque salvando las distancias y con mucho menos metal, el ambiente y la acción es similar a ratos. También la mucho más salvaje y extrema Hardcore Henry que es una auténtica obra de arte en la forma en que está rodada, aunque la historia también sea lo de menos (no puedo creer que no haya hablado de ella en este blog).
Lo cierto es que si no te la tomas en serio te rÃes un montón y ver al probe Radcliffe metido en semejante lÃo tiene su guasa, lo interpreta muy bien. Como la propia pelÃcula no parece querer llegar más allá que contar una excéntrica historia llena de locura, hay que verla de este modo para poder disfrutar la hora y media que dura de su negrÃsimo humor.