cento chiodi cien clavos crítica película

Cento chiodiTítulo original: CENTO CHIODI
Director: Ermanno Olmi
Interpretes: Raz Degan, Luna Bendandi
Duración: h 1.30
País: Italia 2005
Género: drammatico
Año: 2007
Montaje: Paolo Cottignola
Música: Fabio Vacchi, Enerbia, Paolo Fresu
Guión; Giuseppe Pirrotta
Fotografia: Fabio Olmi
Productor: Luigi Musini, Roberto Cicutto

Un profesor de la universidad de Bologna, al que conoceremos como «il professorino» que imparte la asignatura Historia de las religiones, acaba quemado de los libros, con los que lleva tratando todo su vida, y decide un buen día, tirarse al monte, esto es, dejar la Universidad, dejar su coche abandonado bajo un puente y arrojar su documentación al río, a fin de que no le sigan la pista, dado que los carabinieri están detrás suyo. Sus pasos lo llevan a las proximidades de un pequeño pueblo, en el norte llamado Bagnolo San Vito, por donde pasa el río Po.

Antes de darse el piro el profesor coge cien libros, obras de arte manuscrita, con aspecto de incunables, que han marcado su vida anterior, los abre en el suelo y sobre ellos clava unos clavos de buen grosor que los dejan apuntalados como a Jesús en la cruz, de ahí su título cento chiodi, los cien clavos.

Ese cambio no es tan radical como el que he visto en la ya comentadaHacia rutas salvajes, donde su protagonista era un joven que además de quere romper con todo, anhelaba una soledad, una soledad que a menudo suele devorar a quienes la desean. En este caso el profesor, no busca la soledad, sino cambiar de aires, romper con la hipocresía y encontrarse a sí mismo, recuperar esa humanidad que el da por perdida, o que cuando menos no ha encontrado en los libros que ha leído, palabras escritas que se le antojan como papel muerto, insignificante, pletórico de palabras huecas. Vale más un café que todos los libros que he leído dice.

La revolución pasa por recuperar la esencia, la fe en el ser humano, no en la religión, ni en los cultos, ni en las palabras de Jesús, que le ofrece el pueblo que descubre, lleno de buena gente, que se entregan con el corazón abierto, y en el que encuentra diversión, conversación y también cariño, un pueblo que se ve amenazado por el progreso, ya que las autoridades planean construir un puerto fluvial en donde viven.

Una película positiva, radicalmente humana, una fabula moral en donde en el centro situar al ser humano, lo real importante, como centro del progreso, dejando todo lo demás de lado, ya sean libros o cualquier otra forma de consumo que en lugar de hermanar, separa y aisla.

No creo que se llegue a estrenar en España, pero si tenéis ocasión verla porque vale la pena. Il professorino es interpretado por el actor israelí Raz Degan, el cual es doblado.

Nuestra puntuación

5 comentarios en «cento chiodi cien clavos crítica película»

  1. He oído que este será el último largometraje de Olmi y que después sólo se dedicará a hacer cine documental. ¿Es cierto? ¿Alguien sabe algo de esto?

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  2. El actor es hebreo, creo, y es uno de esos tíos que a uno le suenan pero no sabe exactamente de qué.
    Cien Clavos bien podría ser una película de culto si contara con el beneplácito del público pertinente.
    Al menos esa ha sido mi impresión después de verla…

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  3. Yo he visto que el actor principal, Raz Degan, cumple muy bien con el personaje de renegado de la cultura. Y eso que él no es ni siquiera italiano!

    Mañana se estrena, no?

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  4. Estoy de acuerdo con la opinión anterior, aunque yo le quitaría cierto peso al tema de la religión. Opino que es la forma que tiene Olmi de inducir a temas más importantes. En este caso, su acoso y derribo a la cultura basada en dogmas.

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  5. Cuando vi esta película había escuchado diferentes críticas sobre ella. Es difícil ignorar la carga religiosa (en tono de crítica sutil) pero la película cautiva por sus personajes, por su incuestionable desarrollo argumental y por ser una conmovedora oda a la sencillez.
    La recomiendo a todos.

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