PelÃcula: Intruders.
Dirección: Juan Carlos Fresnadillo.
PaÃses: España, USA y Reino Unido. Año: 2011. Duración: 100 min. Género: Terror, suspense, thriller sobrenatural.
Interpretación: Clive Owen (John Farrow), Carice Van Houten (Sue Farrow), Daniel Brühl (padre Antonio), Pilar López de Ayala (Luisa), Ella Purnell (Mia Farrow), Izán Corchero (Juan), Kerry Fox, Héctor Alterio. Guion: Nicolás Casariego y Jaime Marques.
Producción: Belén Atienza, Mercedes Gamero y Enrique López Lavigne. Música: Roque Baños. FotografÃa: Enrique Chediak.
Montaje: Nacho Ruiz Capillas. Diseño de producción: Alain Bainée. Vestuario: Tatiana Hernández.
Después de ver Intacto y 28 dÃas después me esperaba mucho más de Juan Carlos Fresnadillo, ya que Intruders, la he visto a duras penas y en nada me ha gustado.
Comienza con un niño que tiene pesadillas nocturnas, mientras su madre trata de ayudarle a superarlas. Sueña con un monstruo sin cabeza, que trata de llevárselo con él. En otra historia paralela, una joven descubre en el interior de un árbol una hoja de papel manuscrita. En ella se cuenta la historia de Cabezahueca, y emplea esa historia para un trabajo escolar. El caso es que el escrito no está acabado y la historia se reescribe sobre la marcha, dado que al mentar a Cabezahueca este sale de allá donde se halle para volver a la vida y atormentar a la joven, que recibirá la visita de Cabezahueca para malestar de su familia que no sabe cómo lidiar con la situación.
La pelÃcula tal como se plantea de entrada tiene muy poquito mordiente y no no hay elemento alguno que permita conectarse a la historia, porque a la languidez de Pilar López de Ayala se añade la del pavisoso Daniel Brühl. En la otra historia Clive Owen cumple con su papel sin más.
Como sucede siempre en estas historias paranormales al final nos explican qué relación existe entre ambas historias, para que todo cuadre y nos vayamos a la cama un tanto angustiados (o asà deberÃa ser tratándose de uan pelÃcula de estas caracterÃsticas) y satisfechos de comprobar que todo cuadro, que todo tiene una explicación racional.
En mi opinión Fresnadillo nada aporta, con una dirección plana, sin la menor impronta, dejando una pelÃcula que peca de aburrida y monótona, con una realización funcional, que no ofrece nada nuevo y que se ve únicamente por el afán de quien suscribe de terminar las cosas que uno comienza.