Director: Alejandro Hidalgo
TÃtulo original:La casa del fin de los tiempos
Duración: 100 minutos
Guión: Alejandro Hidalgo
Género: Terror
Música: Yoncarlos Medina
Año: 2013
Casting: Guillermo Londoño
PaÃs: Venezuela
Elenco: Rosmel Bustamante , Adriana Calzadilla , Gonzalo Cubero , Guillermo GarcÃa
Al igual que hizo J. A Bayona con El orfanato, Alejandro Hidalgo logra un excelente resultado con muy pocos mimbres, en su debut, La casa del fin de los tiempos, pelÃcula venezolana que ha reventado las taquillas de su paÃs.
He tenido la ocasión de verla en España, gracias a filmin. Desconozco el cine venezolano. Rara vez llega alguna pelÃcula de esas latitudes, hasta nuestros cines. La casa del fin de los tiempos es una pelÃcula de suspense, que asusta mucho.
Al comienzo vemos a una mujer tumbada en el suelo con un corte en una de sus mejillas. Luego se alza, coge un trozo de cristal con forma de cuchillo y echa a correr escaleras abajo, allá está su marido en el suelo, expirando y al fondo su hijo. Cuando va a alcanzarlo, este sale propulsionado hacia atrás y desaparece.
La mujer es acusada del asesinato del marido y de la desaparición del hijo y la ponen a la sombra 30 años. Después de este lapso de tiempo, vieja y encanecida regresa a su hogar, al origen del mal. Allá recibirá la visita de un cura que le será de mucha ayuda.
Con poco más que una casa y un sólido guión, la pelÃcula mantiene un ritmo sostenido de comienzo a fin, con unos cuantos momentos de esos que te hacen soltar un grito, sin poder evitarlo. En un momento determinado se alternan los planos temporales, y las idas y venidas en el tiempo, las cuales al tiempo que son el meollo de la historia, permitan su desciframiento.
Hay aspectos que mejorar, sÃ, como el vestuario o maquillaje, pero son elementos accesorios. Hidalgo maneja con buen pulso y saber hacer esos elementos que hacen de un producto fÃlmico algo vibrante, vivo, emotivo y terrorÃfico. Ahà es nada. La dirección de actores es notable, logrando de todos ellos unas muy resultonas interpretaciones.
Me alegro de haber descubierto esta joyita venezolana, la cual recomiendo, que da miedo, pero que se disfruta con deleite.