La región salvaje (Amat Escalante)


Título original: La región salvaje
Año: 2016
Duración: 100 min.
País: México
Dirección: Amat Escalante
Guion: Amat Escalante, Gibrán Portela
Música: Igor Figueroa, Fernando Heftye, Martín Escalante, Lasse Marhaug, Guro Moe
Fotografía: Manuel Alberto Claro
Reparto: Simone Bucio, Ruth Jazmín Ramos, Jesús Meza, Edén Villavicencio, Andrea Peláez, Óscar Escalante, Bernarda Trueba, Kenny Johnston

Los seguidores del blog ya saben que por aquí desfilan películas originales, singulares, raras, extrañas, desasosegantes: puro arte.

La región salvaje de Amat Escalante hay que saludarla como tal. La película fue rodada en Guanajuato, ciudad mexicana donde curiosamente no se ha estrenado porque es posible que habrá levantado ampollas. La película ofrece una visión crítica de la sociedad y el poder la censura no emitiendo su película en los cines. Así va el mundo.

Lo que Amat pone sobre la mesa mezclando realidad y fantasía tiene mucho que ver con la homofobia, la violencia, la insatisfacción, la superchería…
La noticia de un joven tirado en una charca, con el término jotito en la portada, le da pie a Amat para reflexionar sobre la violencia o sobre cómo encara la sociedad la homosexualidad y lo hace empleando la fantasía, a través de un amasijo de serpientes que hay en una cabaña regentada por una pareja de científicos, de la cual vemos salir a una joven sangrando del costado. Luego vemos que ese bicho (cuando veo tantas serpientes no puedo menos que pensar en la estatua de Laocoonte del genio Michelangelo Buonarroti), es capaz de ofrecer placer y destrucción a partes iguales, como una metáfora del deseo, el placer y el sexo consumado y a veces aniquilante.

Hay un triángulo amoroso, pues la joven casada con dos niños, ve cómo su hermano enfermero se acuesta con su marido y aquello acaba como el rosario de la Aurora, pues el hermano no ve capaz de sacar su amor adelante y se ve obligado a vivir un amor clandestino, mientras el marido no quiere hacer pública su notoriedad y prefiere seguir con su mujer y sus hijas, llevando una doble vida. El enfermero acaba en coma y luego desenchufado y el marido va a la cárcel acusado de la muerte de su amante aunque luego será liberado tras engrasar sus padres unas cuantas voluntades, lo cual sirve para criticar de paso el sistema judicial, también en venta como un artículo más.

Lo que registra muy bien la cámara es la desazón, la urticaria emocional en la que se mueven y zozobran todos ellos, insatisfechos ante un presente que no los satisface, donde la cabaña en el busque obra como punto de fuga o punto de no retorno, según el caso.

A pesar de que a ratos la película resulte deslavazada y pierda fuelle y además los diálogos lo dejen casi todo en manos de una atmósfera, a ratos hipnótica, la he disfrutado en su justa medida y me ha permitido conocer a un director Amat Escalante, al que le han colgado el sambenito de director transgresor e inclasificable, y del que seguiré viendo y comentando por aquí más películas suyas.

Nuestra puntuación

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