Película: Mamá. Dirección: Andy Muschietti.
Países: Canadá y España. Año: 2013. Duración: 100 min.
Género: Terror.
Interpretación: Jessica Chastain (Annabel), Nikolaj Coster-Waldau (Lucas), Megan Charpentier (Victoria), Isabelle Nélisse (Lilly), Daniel Kash (Dr. Dreyfuss), Javier Botet (mamá), Jane Moffat (Jean). Guion: Neil Cross, Andy Muschietti y Barbara Muschietti; basado en el cortometraje homónimo dirigido en 2008 por el mismo Andy Muschietti. Producción: J. Miles Dale y Barbara Muschietti. Producción ejecutiva: Guillermo del Toro.
Música: Fernando Velázquez. Fotografía: Antonio Riestra.
Montaje: Michele Conroy. Diseño de producción: Anastasia Masaro. Vestuario: Luis Sequeira.
A pesar de que en el género fantástico parece que estuviera ya todo inventado, siempre se le puede dar unas cuantas vueltas de tuerca a cualquier historia y esto es lo que hace Andy Muschietti, al aunar con acierto lo fantástico y lo dramático.
El prota, Lucas, y su pareja Annabel, se harán cargo de dos niñas pequeñas las cuales tras un accidente de tráfico recalarán en un bosque, guareciéndose en una cabaña abandonada bajo el manto protector de una fantasma que hará las veces de madre una vez que su padre allá sido enviado sin billete de vuelta hacia el más allá.
Una vez que las niñas sean encontradas y puestas a disposición de las autoridades, irán a parar a las manos de Lucas y Annabel, afincándose en un caserón, donde si no se oye el rechinar de las maderas, siempre habrá un sinfín de melodías espectrales, no aptas para quienes sufran problemas cardiacos.
La fantasma como no puede ser de otro modo se mudará también a la casa y hete ahí el drama, porque mientras la niña mayor quiere pasar página, rehacer su vida, olvidar a la fantasma, a la sazón su mamá y aceptar el abrigo y el cobijo afectivo que le brindan Lucas y Annable, la más pequeña mientras tanto no querrá dar el brazo a torcer, porque para ella, su madre es la fantasma, no Annabel y he ahí el conflicto que hará vaciarnos el lagrimal, hacia un final explosivo donde nos deja sin resuello e infartado.
Jessica Chastain demuestra moverse bien en toda suerte de papeles (no parece la misma de la memorable La hora más oscura). De morena y look rockero está guapísima. Acertada es la composición del personaje, ya que lejos de la ñoñería y ultrabuenismo tipo que ofrecen las madres que no son tales pero quisiera serlo, Jessica (Annabel) no se empecina en ser madre, porque sabe que es un rol, y serán el paso de los días y el roce diario lo que haga aflorar el cariño, la ternura, el conocimiento mutuo: ese cántaro anhelante de ser colmado de amor.
La película, amen de divertida, logra mantener muy bien el climax desde el principio hasta su trepidante final. Me ha resultado su visionado una muy agradable sorpresa. La vi en un cine rodeada mi butaca de adolescentes de ambos sexos y me partí el eje pepinar cuando en determinadas secuencias, gritaban con toda la fuerza que les permitían sus pulmones, haciendo la experiencia, si cabe, más intensa.
Esta película está muy bien, la recomiendo