Dirección: Sofia Coppola.
Reparto: Kirsten Dunst (María Antonieta), Jason Schwartzman (Luis XVI), Rip Torn (Luis XV), Judy Davis (condesa de Noailles), Asia Argento (madame Du Barry), Marianne Faithfull (emperatriz María Teresa), Danny Huston (Joseph), Molly Shannon (tía Victoria), Steve Coogan (conde Mercy D’Argenteau), Rose Byrne (duquesa de Polignac).
Guión: Sofia Coppola; basado en el libro «María Antonieta: La última reina» de Antonia Fraser.
Producción: Sofia Coppola y Ross Katz.
Producción ejecutiva: Francis Ford Coppola y Fred Roos.
Fotografía: Lance Acord.
Montaje: Sarah Flack.
Diseño de producción: K.K. Barrett.
Vestuario: Milena Canonero.
USA, Francia 2006
Tercera película en la filmografía de Sofía Coppola como directora, que sigue en la misma línea argumental que las 2 anteriores (Las Vírgenes Suicidas y Lost in Translation): una adolescente confundida y encerrada en un mundo en el que no está del todo satisfecha, aunque esto no le quita para pasar buenos momentos, y también malos.
En la primera la localización era un pequeño pueblo de la américa profunda, en la segunda un ultramoderno Tokio. La diferencia es que en esta ocasión es una película de época y el personaje es histórico, se trata de Maria Antonieta, que llegó a ser reina de Francia en la segunda mitad del siglo XVIII.
La actriz que se encarga de interpretar a María Antonieta es Kirsten Dunst, que repite con Coppola después de protagonizar Las Vírgenes Suicidas, y que vuelve a aparecer hermosa y sugerente, aunque muy “encorsetada” en sentido literal y figurado, por la imposición de recrear la vida palaciega.
La historia empieza en el momento en que María Antonieta, con 15 años, deja la vida que llevaba hasta entonces para completar su matrimonio de conveniencia con el delfín de Francia, el futuro Luis XVI. Al llegar a Versalles (la película está rodada en el propio palacio), la joven se gana la simpatía de la corte debido a su belleza y “frescura” y a que asume su nueva condición con resignación, pero poco a poco se impone su carácter y su educación, no gustosa del exagerado protocolo que se lleva en el Palacio, ya que ella no había sido educada para algo así.
Hay una frase que resume la vida en Versalles que dice el primer día que despierta, mientras espera por obligación a que alguien la vista: “Esto es ridículo”. No hace falta decir mucho más para calificar la vida que le obligan a llevar.
En cuanto al rigor histórico la película deja mucho que desear, porque la joven María Antonieta se metió en muchos aspectos políticos también, pero sólo se nos muestra la parte más banal de la vida en palacio, la que puede resultar más lúcida, pero que no despierta mucho interés, por eso la película deja un gustillo agridulce.
Hay 2 momentos que hacen que la vida de la protagonista cambie. La liberación y la presión que se quita cuando consigue que nazca su primer descendiente y el posterior heredero, y el momento en que se convierte en reina, cuando empieza a dar rienda suelta a sus caprichos y gastar dinero como una loca, sin mesura, consciente de saber el poder que tiene. Esos 2 aspectos quedan bien reflejados en la historia, pero no dan un giro al tono de la película, que sigue avanzando de forma lineal, sin momentos que se encumbren más que otros.
Todo esto le hizo granjearse la enemistad de buena parte de la aristocracia, pero sobre todo del pueblo, que ya no la veían con buenos ojos desde un principio, dado su origen Austriaco.
Hay muchas cosas en ese aspecto que se pierden en el relato de los hechos. Todo se centra en la vida en el Palacio, como si no existiera más fuera de esas paredes, con lo que la rutina y la anodina vida de la protagonista se contagia viendo la película, no pasa nada original, siempre es lo mismo repetido hasta la saciedad.
Al final de la película se adivina cual puede ser el propio final de los protagonistas, pero la cosa expresada de manera muy sutil, tampoco se hace hincapié en la forma en que la pareja llevó aquellos últimos momentos, es como si todo lo que se salga de la tontería de la vida de la realeza no se quiera contar, lo que mosquea un poco y le da a la obra un sentido muy superficial, que se podía haber ahorrado con poca cosa más que se hubiera metido y la película hubiera quedado mucho más rica.
Como película de época que se precie, uno de los puntos fuertes es el vestuario, que aquí está muy cuidado y ha sido nominado al Oscar en esa categoría. Viendo a todos los miembros de la corte emperifollados, recordé que la propia Sofia Coppola se marchó a París a estudiar diseño y trabajó como tal en alguna película, así que habrá estado contenta de tener tanto diseño para la peli. También le ayudó el diseñador de zapatos más famoso del mundo, el español Manolo Blahnik.
Ahí dejo un cuadro de la auténtica María Antonieta para ver si se parece a Kirsten Dunst.
Y por acabar con el principio, la primera escena en la que aparece una sirvienta, me ha recordado al inicio pintándole las uñas de la Lolita de Kubrick. Esta creo que es la imagen:
En Cuak | María Antonieta
Web Oficial | Español | Inglés | Francés
Enlace | En IMDB