Matar o morir es más de lo mismo, una producción al uso sobre aquel que se toma la justicia por su mano. No hace mucho que comentaba En la sombra de Akin, la cual presentaba unas caracterÃsticas y un trasfondo de la que esta carece.
Aquà es una mujer que ve cómo frente a ella asesinan a su marido y a su hija pequeña. Ella sobrevive y después de ver cómo aquellos que perpetraron los crÃmenes son absueltos, habida cuenta de la connivencia entre los reyes del hampa, los jueces y los policÃas encargados del caso, decide borrar de la faz de la tierra, como la mala hierba, a todos los responsables. Dicho y hecho.
Jennifer Garner funciona como una perfecta máquina de matar. Reparte mamporros, asesina con precisión de orfebre y a sus pies se le acumulan los asesinados. A ratos uno parece tener un joystick en la mano y estar jugando a un videojuego, algo tipo Prohibition. Asà transcurre una hora y media: pura balacera.
Ofrece la pelÃcula lo esperado, ni más ni menos. No deja, por otra parte, de ser una de esas pelÃculas que no dejan ningún recuerdo en nuestra memoria, que se olvidan tan pronto como cesamos en su visionado.