Operación Swordfish (Swordfish)

Dirección: Dominic Sena.
País: USA.
Año: 2001.
Interpretación: John Travolta (Gabriel Shear), Hugh Jackman (Stanley Jobson), Halle Berry (Ginger Knowles), Don Cheadle (agente A.D. Roberts), Vinnie Jones (Marco), Camryn Grimes (Holly Jobson)
Guión: Skip Woods.
Producción: Joel Silver, Jonathan D. Krane y Paul Winze.
Coproducción: Skip Woods y Dan Cracchiolo.
Música: Christopher Young y Paul Oakenfold.
Fotografía: Paul Cameron.
Montaje: Stephen E. Rivkin.
Diseño de producción: Jeff Mann.

Esta película me ha parecido bastante mala. Se ofrece violencia gratuita que no aporta nada al film, salvo un batiburrillo de explosiones, muertes, autobuses volando, personas secuestradas que se convierten en minas antipersonas etc, todo en favor del espectáculo.
La historia de la película con un frágil guión viene a contarnos lo siguiente.
Un demente, Gabriel, interpretado por John Travolta que resulta patético y que todavía tiene el mismo careto que tenía en Pulp Fiction cuando se empolvaba la nariz, es un hacker informático, el cual quiere robar un banco empleando para ello la mas sofisticada tecnología. Para ello consigue para su banda a otro gañán, Stanley (Hugh Jackman) tambien hacker, que acaba de salir de la cárcel tras dos años de prisión, que está separado y se desvive por su hija, la cual habita con la madre y con su padrastro que hace películas porno. La madre «actúa» en las mismas y se pasa las horas fumando, bebiendo y empastillada. Gabriel le oferta 10 millones de dólares a Stanley para pagarse un juicio y poder recuperar a su hija (brutal crítica contra la justicia americana, si hay dinero por medio hay muchas posibilidades de no ir a la cárcel y si eres blanco todavía más )
Para esto Gabriel, nos suelta píldoras sobre el patriotismo, el bien común y demás majaderías.
Las escenas en las cuales Stanley debe hacer un gusano para introducirlo en la red, son más bien propias de un videoclip, al ritmo de esa música maquinera que ameniza las imágenes. Y lo mejor de todo llega cuando a nuestro gañan le ponen un teclado delante, donde ha de conseguir la contraseña que le permita acceder a los ficheros del pentágono y se ve obligado a hacerlo en un minuto, con una pistola apuntándole a la sien y con una rubia sedienta haciéndole una mamada. Es ahí donde apreciamos el brillante trabajo de contención de Jackman. También aparece infiltrada una mujer negra (Halle Berry) que sujeta los libros con sus dos tetas y demás virguerías alucinatorias.

En fin que la película es infumable, las escenas de acción no pegan ni con cola, el guión es una estupidez supina y los actores van a la deriva sin un guión que los oriente. Lo peor de todo es que lo mismo nos martirizan con una segunda parte.

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