Teresa es una mujer austriaca de mediana edad que viaja a Kenya como otras mujeres austriacas y alemanas buscando el amor que están dispuestos a ofrecerles los jóvenes keniatas. Otras mujeres solo buscan sexo, pero Teresa en el tráfico carnal anhela unos ojos que la miren y vayan más allá de su aspecto mórbido, y sean capaces de captar su esencia, algo que la lleva a la frustración, porque los jóvenes keniatas les prestan a Teresa y a su grupo de amigas
su cuerpo a cambio de dinero, de exprimirles estos el bolsillo, pues siempre hay algún familiar hospitalizado, medicinas impagables o enfermedades costosas. El trato que Teresa dispensa a los jóvenes keniatas dista mucho del decoro y se aproxima más al que se ofrece al mono de feria, al animal juguetón, quizás, y ahà Ulrich hila fino, porque para estas mujeres austriacas los chicos negros son una atracción de feria, seres inferiores, rodillos de carne de los que extraer placer, y resulta muy curioso que Teresa que quiere ser amada y vista tal cual es tenga un comportamiento tan abyecto con un empleado del hotel que se niega a practicarle un cunnilingus, sin que ella dé su brazo a torcer, sin darse cuenta de que hay lineas que no hay que cruzar porque es ahà en donde residen los lÃmites de la dignidad.
ParaÃso: Amor (Ulrich Seidl)
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