Dirección: Hans-Christian Schmid.
País: Alemania. Año: 2006 Duración: 93 min.
Género: Drama.
Interpretación: Sandra Hüller (Micaela Klingler), Burghart Klaussner (Karl Klingler), Imogen Kogge (Marianne Klingler), Anna Blomeier (Hanna Imhof), Nicholas Reinke (Stefan Weiser), Jens Harzer (Martin Borchert), Walter Schmidinger (Gerhard Landauer).
Guión: Bernd Lange.
Producción: Hans-Christian Schmid.
Fotografía: Bogumil Godfrejów.
Montaje: Hansjörg Weissbrich y Bernd Schlegel.
Dirección artística: Christian M. Goldbeck.
Vestuario: Bettina Marx
Notable producción alemana avalada con los premios en el Festival de Sitges 2006 a la mejor película, actriz y premio de la crítica.
De entrada, ya el título disipa la magia de los primeros minutos. Sabemos que Micaela está aquejada de algún mal, que le ha obligado a guardar largos periodos de cama, perdiendo incluso un año en el instituto.
Luego sabemos que sufre de epilepsia, y que las pastillas que toma no le solucionan el problema. Micaela está harta de clínicas, hospitales y médicos, y buscan una solución alternativa en la fe, dentro de una familia muy católica. Incluso hacen peregrinaciones yendo a buscar ayuda en Santa Catalina, sin grandes logros.
Micaela recibirá una carta que le informa de que ha sido admitida para estudiar Pedagogía en la universidad de Tubingia. Una vez allí Micaela descubre un nuevo mundo lejos del manto protector y férreo de su dura madre y su cariñoso padre. Allí traba amistad con una chica de su pueblo, descubre el alcohol y las fiestas e incluso se enamora.
Pero Micaela dice oir voces en su cerebro y comienza a creer que el demonio está dentro de ella. Charlará con varios curas, que le instan a que rece. Micaela no sabe porqué ella sufre ese problema pero el cura le dice que está llamada a realizar un gran fin, como luego se leerá en los títulos de créditos.
La actriz protagonista Sandra Hüller curtida en los teatros borda el papel de Micaela y es lo mejor de la película con creces. Le secundan Anna Blomeier como Hana y otros actores secundarios, como los padres y el novio de Micaela todos muy creíbles.
Tratándose de un exorcismo la película no ofrecerá lo que muchos esperan y lo que hemos visto mil veces en el cine. El exorcismo pasa a ser algo secundario y lo que prima es el drama, la dura situación familiar, el peso de la fe, la imposibilidad de tratar médicamente un problema, la suerte que supone dejar el hogar y poder ir a la universidad, cursar unos estudios, enamorarse; como la vida misma.
Una película entretenida y amena, con su carga dramática, interpretaciones estupendas y una ambientación de la época, comienzos de los 70 muy acertada, a lo que contribuye una buena selección de temas musicales (algunos de Deep Purple).
solo quiero decir que me encantan las peliculas de exsorcimo por que nos matienen tensos