Dirección y guión: Sebastián Gutiérrez.
Reparto: Lucy Liu (Sadie), Michael Chiklis (detective Rawlins), Carla Gugino (Eve), James D’Arcy (Bishop), Robert Forster (Lloyd), Samaire Armstrong (editora), Cameron Richardson (Collette), Allan Rich (Harrison), Kevin Wheatley (Ethan Mills), Margo Harshman (Tricia).
Producción: Greg Shapiro.
Música: Nathan Barr.
Fotografía: John Toll.
Montaje: Lisa Bromwell y Robb Sullivan.
Diseño de producción: Jerry Fleming.
Vestuario: Denise Wingate.
USA 2007
El tema (en un inicio literario) de los vampiros en el cine ha dado para mucho y en algunos casos muy bueno. Es por eso que me cabreo cuando llega una película sobre vampiros mediocre, insulsa y sin nada destacable, como es el caso, sabiendo que puede dar para algo realmente bueno.
Cierto es que últimamente no es que hayamos tenido muy buena suerte con películas del género vampírico y cercanías, del que hay bastantes ejemplos recientes: 30 días de oscuridad, soy leyenda (o su predecesora, El último hombre vivo), Rec, 28 semanas después…
Yo la culpa en este caso se la echaría al director, que para eso es además guionista, Sebastián Gutierrez, de origen venezolano. Tuvo un discreto comienzo en el cine con El Beso de Judas, y enchufa en todos sus trabajos a su novia, la guapa Carla Gugino, actriz que trabaja mucho, pero poco más que figurar es lo único que hace.
Además en el reparto cuenta como principal reclamo a la mediática actriz Lucy Liu, que, como la Gugino, explota su sensual y exótico atractivo, eso no se le puede negar, pero que deja mucho que desear en el apartado interpretativo. Su expresividad puede calificarse como plana, su implicación en las escenas de acción pasa por ser mínima, y la posibilidad de que te identifiques con su personaje es de una entre un millón. Vaya, un asco de interpretación, pero es que el guión no da para más. Por lo que he podido ver hay una versión de la peli que dura media hora más, supongo que esos minutos aportarían algo esencial a la historia que se ha perdido en los recortes.
Sus compañeros de reparto no lo hacen mejor. El policía que la acompaña está interpretado por Michael Chiklis, un actor con apellido de goma de mascar, y ademanes igual de pegajosos. Es una especie de Bruce Willis, pero en gordo y a cámara lenta. Alguno lo reconocerá como “La cosa” de Los 4 Fantásticos (y su 2ª parte), película que ni he visto ni me dan ganas de hacerlo, con lo que voy viendo.
Completa el trío de protagonistas un tal James D’Arcy, con el que seguro que no os habréis quedado de interpretaciones anteriores, porque no ha hecho nada destacable, a pesar de participar en grandes producciones. Con esta peli mantendrá ese pobre bagaje de su curriculum. Tiene menos carisma que el peluquero de la Duquesa de Alba. Además, teniendo la suerte que he tenido de ver la versión doblada, le han puesto una voz que no le pega ni con cola (y no me refiero a su “cola” de cocodrilo australiano).
Para colmo la película se cierra con una escena (previsible hasta para un chimpancé) de esas que dejan la puerta abierta, nunca mejor dicho, a que la vida de este personaje forme una horrible y larga saga de películas cada vez más insufribles.
Que los seguidores del Doctor House me corrijan, pero creo que la chica que aparece en el prólogo inicial aparecía en esa serie interpretando a una paciente hermafrodita.
Y por si queréis saber algo de la historia, contaros el argumento por encima. Sadie Blake es una periodista que investigando sobre sectas llega hasta una chica que le acaba por llevar hasta un extraño grupo que la atrapa, que se dedican, mayormente, a lo que viene a ser el vampirismo (aunque no se nombran como tal en la película, puede que para no pagar derechos de autor).
El caso es que por esos azares del mundo vampírico, acaba por convertirse en uno de ellos y de la nada aparece un mentor que le explica lo que ocurre y lo que tiene que hacer: matar al grupo de vampiros en cuestión.
Dicho y hecho, una periodista tirillas se convierte de un plano a otro en un gorila de discoteca desvocado y se dedica a matar a los malvados vampiros y a algún que otro transeúnte por el camino para comer un poco.
En estas aparece por medio un obstinado policía que quiere vengar la muerte de su hija “no muerta” y que sin hacer nada y de una forma un poco indefinida se mete de lleno en la guarida del malo más malo de todos los vampiros, un tipo descuidado que para llevar viviendo un porrón de años, según dice, se defiende como un niño de 3 años.
Anteriormente en Cuak | Rise: Cazadora de Sangre
Lucy Liu | El caso Slevin | Domino
Carla Gugino | Noche en el museo de cera | American Ganster
Enlaces | Web Oficial | IMDB