Dirección: Park Chan-wook.
Reparto: Lee Yeong-ae (Lee Geum-ja), Choi Min-sik (Sr. Baek), Tony Barry (padrastro), Oh Dal-soo (Sr. Chang), Anne Cordiner (madrastra), Go Su-hee (Ma-nyeo), Kim Hye-jeong (Woo So-young), Kim Byeong-ok (sacerdote), Kim Shi-hoo (Geun-shik), Kwon Yea-young (Jenny).
Guión: Jeong Seo-gyeong y Park Chan-wook.
Producción: Lee Chun-yeong, Lee Tae-hun y Cho Young-wuk.
Música: Cho Young-wuk.
Fotografía: Jeong Jeong-hun.
Montaje: Kim Jae-beom y Kim Sang-beom.
Diseño de producción: Jo Hwa-seong.
Vestuario: Jo Sang-gyeong.
Corea del Sur, 2005
Esta película completa la llamada trilogía de la venganza, realizada por el director surcoreano Park Chan-wook y compuesta además de por esta que la cierra, por Simpatía por Míster Vengance, de la que os hablé hace no mucho y Old Boy, a mi parecer la mejor de las 3.
Es la que menos me ha gustado de la trilogía de la venganza, a pesar de mantener una muy alta calidad, entiéndanme, y ser posiblemente la que tenga una trama más hilada. Puede que por eso sea la única de las 3 de la que los americanos están pensando en hacer un (siempre innecesario) remake. No hay todavía mucha información al respecto de esa nueva versión y no creo que la veamos este año ni el siguiente.
La historia que se nos cuenta es la de la protagonista, una hermosa joven que con 19 años se confiesa autora del secuestro y asesinato de un niño e ingresa por ello en prisión. Allí se revela como una persona muy diferente a la que la prensa mostraba, y se desvive en ayudar a todas las presas que comparten prisión con ella, soportando cualquier tarea por dura que sea.
Ojo, si no queréis conocer los pormenores de la trama no sigáis leyendo.
SPOILER
Pero todo eso no es más que una fachada, porque en los 13 años que se mantiene entre rejas ha estado tramando una venganza contra el hombre que realmente cometió el asesinato del niño. Todas las amigas que hizo en la cárcel le tienden la mano gustosamente y tras dar con el paradero del tipo en cuestión lo deja todo preparado para ajusticiarlo tal y como tantas veces había soñado.
Por el camino nos enteramos de porqué ella estuvo en la cárcel, y es que se fue a vivir con ese hombre porque se había quedado embarazada y desamparada. Él era un antiguo profesor suyo y al matar al chico que había secuestrado le chantajeó con hacer lo propio con la hija recién nacida de ella si no se declaraba autora del brutal asesinato. Al entrar ella en prisión la hija es dada en adopción a una familia australiana, y al salir de la cárcel intenta recuperarla.
Pero la venganza no resultará tal y como la había planeado, porque mientras la está consumando descubre que el niño del que ella fue culpada de asesinar no había sido la única víctima de este hombre, así que acude al policía que llevó su caso, que se siente culpable de haberla metido en prisión sabiendo que era inocente y entre los 2 se las arreglan para reunir a las familias de todos los niños asesinados para entregarles al culpable y que ellos decidan, si entregarlo a la policía y dejar que la justicia haga su trabajo o vengar la muerte de sus hijos con sus propias manos. Como es de esperar, optan por la segunda opción.
FIN DEL SPOILER
Aunque os he narrado todo el argumento, porque me parece que el guión tiene la suficiente profundidad para merecerlo, saber lo que va a pasar no creo que sea impedimento para disfrutar de la película. En cierto modo no hay importantes giros y el tono, la fotografía y las calmadas actuaciones, no habituales en el cine coreano, son lo más destacable.
A diferencia de la película que la precede en la trilogía de la venganza, Old Boy, en Simpatía por Lady Vengeance no hay dinámicas escenas de violencia con luchas y salpicones de sangre. Ésta aparece también, aunque en menor medida, y la acción es mucho más reposada y tranquila, aunque no por ello deja de tener una fuerza visual que hace enganchar al espectador y que surja la empatía con la víctima/asesina protagonista, llegar a sentir Simpatía por ella.
Y es que el personaje femenino, absoluto protagonista, está muy bien interpretado por la actriz Yeong-ae Lee, que no se ha prodigado mucho en el cine y no ha hecho nada después de esta película, que es del 2005. La sombra de ojos roja, que se pone para parecer maaaaala (varias veces se lo dicen) y su delicado rostro de singular belleza le dan al personaje el punto de dureza y de candidez, respectivamente, propicio para lo que representa, una persona de una gran bondad que se ve obligada por las circunstancias que la envuelven a realizar cosas que no quiere, pero debe hacer.
Desde luego no hace falta haber visto ninguna de las 2 partes anteriores de la trilogía para disfrutar plenamente de esta, ya que las películas no tienen puntos en común, son tramas completamente independientes. De hecho los que no hayan visto Old Boy no distinguirán a su protagonista como al malvado profesor de esta, ni al malvado de Old Boy en un pequeño papel del niño asesinado de adulto.
Entre lo que más llama la atención en el desarrollo de la historia es el vuelco surrealista que da la historia cuando se encuentran madre e hija, que se mantiene y aumenta en el encuentro final de todos los familiares, donde predomina un curioso y sutil humor negro.
Al parecer hay una segunda versión de la película, que no es la que yo he visto, que cumple con uno de los requerimientos del director, que por temas de postproducción no pudo hacer en un principio. En ella el color va decayendo a la vez que avanza la película, acabando en blanco y negro, pero con algunos objetos coloreados destacando sobre los demás. Recuerdo algunas películas que tienen ese tipo de efectos, como la Insomnia de Al Pacino, que iba teniendo menos color, o los objetos resaltados de Sin City.
Inevitable también que la película recuerde a Kill Bill, ya que tiene muchos puntos en común, tanto en la trama como en el estilo y en la protagonista, una bella mujer cuyo último fin es saciar su sed de venganza.
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