Se ha puesto de moda llevar a la gran pantalla (o la no tan pequeña de nuestros salones desde las plataformas de streming) la vida de estrellas de la música. El género de los Biopics musicales se lleva porque vende y luce.
Fue muy notable la Bohemian Rhapsody sobre Freddy Mercury y su banda con la que se hace imprescindible comparar a este Rocketman que comparte tÃtulo con uno de sus grandes éxitos, mostrarnos parte de su carrera y parte de sus «intimidades» mundanas pero también de genio de la música.
El problema con Rocketman es que parece pasar casi de puntillas por la vida de Elton John, sin profundizar, dejándose muchas cosas y sin conseguir hacernos confraternizar con la gran estrella del rock que fue y será siempre.
Parte de ello creo que es culpa del actor que lo interpreta, Taron Egerton, que no consigue reflejar el carisma del cantante y tampoco me hace verlo en la pantalla, queda muy lejos de aspecto y de actitud.
Jamie Bell está bastante mejor, aunque su personaje lo traten como demasiado secundario. Elton John compuso para el musical de Billy Elliot en el que Bell de niño interpretó el personaje principal en la pelÃcula.
Me he quedado a medias tras verla, no la he disfrutado, no creo saber más de la vida de Elton John, no me ha apetecido ir corriendo a oÃr canciones suyas… Como sà me pasó en otros biopics como el mencionado Bohemian Rhapsody, o con los Beatles tras ver Yesterday, que no era propiamente su vida sino sus canciones.
Me da la impresión de que aquà han ido un poco más por libre. Hay muchas escenas surrealistas y onÃricas, que no tendrÃa porque ser malo, porque se añaden las canciones del artista, pero no me han acabado de llegar. Parece que se queda más en retratar a los chupópteros que siempre rodean a las estrellas, a los que se quieren aprovechar de ellos y a la fiereza de una industria en la que todo vale para ganar más dinero mientras se pueda exprimir a la gallina de los huevos de oros, previendo que eso pueda no durar mucho tiempo.