Dirección: Alex Proyas.
Reparto: Nicolas Cage (John Koestler), Rose Byrne (Diana Wayland), Chandler Canterbury (Caleb Koestler), Lara Robinson (Lucinda Embry/Abby Wayland), Ben Mendelsohn (Phil Beckman), D.G Maloney, Nadia Townsend (Grace Koestler), Adrienne Pickering (Allison), Danielle Carter (Miss Taylor 1959).
Guión: Ryne Pearson, Richard Kelly, Juliet Snowden, Stiles White, Stuart Hazeldine y Alex Proyas.
Producción: Alex Proyas, Todd Black, Jason Blumenthal y Steve Tisch.
Música: Marco Beltrami.
FotografÃa: Simon Duggan.
Montaje: Richard Learoyd.
Diseño de producción: Steven Jones-Evans.
Australia, USA 2009
Nicolas Cage una vez más en la gran pantalla haciendo una pelÃcula de esas del montón con las que se rellena la cartera entre gran y gran interpretación. Irregular carrera la de este buen actor, que es capaz de meterse en la piel de los personajes más variopintos, pero que en esta ocasión no ha debido desgastarse demasiado psÃquicamente para esta interpretación.
Otra vez, también, los traductores de tÃtulos se han llenado de gloria sacándose un tÃtulo de los mismÃsimos, algo tan habitual como penoso. Y por si quedaban tópicos, una vez más, y seguro que no es la última, vemos la ciudad de Nueva York devastada.
La historia flojea por los todos los lados. El protagonista es un profesor universitario a cuyo hijo le es entregada una hoja llena de números escrita por una extraña niña 50 años antes. Por arte de birlibirloque Cage descubre que los números son fechas y coordenadas de todos los desastres que han ocurrido en esos 50 años. Además para confirmarlo, asiste a las últimas catástrofes que aún queda en la hoja antes de la última: el fin del mundo.
Las cosas que van sucediendo en la pelÃcula muchas veces no se justifican. Los personajes reaccionan de forma cambiante y no hay nada positivo que pueda destacar a no ser los efectos especiales en algunos de los momentos que son buenos, pero nada sorprendente ni novedoso, a pesar de que los productores han vendido a bombo y platillo el uso de las nuevas cámaras digitales Red One con las que se ha rodado la peli.
Parece que el guión, escrito con tantas manos, se les haya acabando yendo de las Ãdem y al final se la juegan con una resolución de la historia que tiene su lectura religiosa. De hecho la propia historia pasa de enfrentar ciencia y religión con los personajes de Cage y su padre, a unirlas en cierto modo.
¡Ah! Tanto el trailer como el cartel son unos revienta pelÃculas. TenÃan que llevar un enorme SPOILER.
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