Dirección: Måns Mårlind y Björn Stein.
País: Suecia.Año: 2005.
Duración: 116 min.Género: Thriller, fantástico.
Interpretación: Eric Ericson (DD), Eva Röse (Lova), Jonas Karlsson, Sasha Becker (Helena), Lina Englund (asistente)
Guión: Måns Mårlind.Producción: Karl Fredrik Ulfung.
Música: Carl-Michael Herlöfsson. Fotografía: Linus Sandgren.
Montaje: Björn Stein.
Diseño de producción: Roger Rosenberg.
Vestuario: Liz Botes.
Una película Sueca en la cartelera Española es una «rara avis», tanto como una película danesa, noruega o finlandesa, a no ser alguna de Lars Von Trier o algún raro caso como Kopps, también sueca, que llego a estrenarse el año pasado, aunque era de 2003.
Storm ha sido un exitazo en su país y no acabo de entender por qué (recibió el premio del público en el festival de Estocolmo del 2005). Había leído por ahí que se parecía a Matrix, que las escenas de acción era espectaculares, así que me disponía a ver un producto pirotécnico de facil consumo y olvido inmediato. Pero cual ha sido mi sorpresa cuando he comprobado que esta película es un «dramón» en toda regla. Que los vestuarios tipo Matrix, las campus-party, los comics (los que leía DD de pequeño que se titulaban Storm) y la violencia gratuita es solo el barniz de lo que a la postre es otra cosa que nada tiene que ver con lo que nos muestran al comienzo.
También comentan que se parece a Vanilla Sky por las escenas en las que DD transita solo por el pueblo de Vänersborg sin un alma a la vista. No olvidemos que Vanilla Sky es la versión americana de la española Abre los ojos. Así que puestos a citar a las fuentes que vayan al origen, no a las secuelas.
Si en Matrix había un «conejo blanco» aquel White Rabbit, que tenía que seguir Keanu Reeves, aquí tenemos un cubo, de escaso tamaño, que bien cabe en una mano, sobre el que parece girar toda la historia, pero que es perfectamente prescindible como se verá, si es que llega al final de la película, porque esta tiene algunos momentos de gran «intensidad adormecedora» y hay que hacer un gran esfuerzo en todos los sentidos para no aflojar y acabar sesteando.
El protagonista aunque se llama DD no es rapero, o quizá si, pues no sabemos su oficio. El tema es que DD, que tiene treinta años, vive en Estocolmo o recurre al archivo mental de tías buenas para cascársela, o bien no recuerda o no quiere recordar cosas de su pasado, a lo que hay que añadir que éste de joven perdió la capacidad del tacto.
El meollo del asunto, de lo que va la película, es de las fuerzas contrapuestas que se ceban con DD, el bien y el mal. El bien, se nos presenta con el cuerpazo de una pelirroja embutida en un traje de cuero negro (debe ser por esto por lo que dicen que se parece a Matrix, por el «look Trinity»), de nombre Lova, interpretada por la actriz Eva Röse (Munich), cuyo objetivo es hacer que DD recuerde lo que pasó en su juventud y mocedad para poder liberar sus miedos y recuperar la «sensibilidad» y ya puestos el sentido.
El mal, viste de negro y lo encarna un enjuto hombre con cara de pocos amigos. La película durante una primera media hora frenética resulta alocada y uno no se entera de nada de lo que pasa, luego cuando DD comienza a recordar, la película cambio de rumbo que se torna dramático, por la adicción de actos que es mejor olvidar por lo que estos tienen de crueles y sádicos.
Por eso comentaba al comienzo que no sé bien a que se debe el éxito de esta rara película, que no sabe a que carta jugar y que parece más un experimento de fin de carrera que un trabajo equilibrado con un objetivo claro de lo que se quiere hacer.
De hecho Måns Mårlind debuta con esta película, que tambien guioniza, y ya se sabe que los principiantes muchas veces tratan de dar el todo por el todo con su primera película tratando de abarcar multiples temáticas y géneros. En esta ocasión el resultado deja bastante que desear ya que la historia carece de interés, con interpretaciones y diálogos insulsos que son mero trámite.
Como anécdota apuntar que Storm es la primera película en usar el archiconocido Grito Wilhelm
Enlaces | Entrevista a Eva Röse