Director: Demian Sabini
Guión: Demian Sabini
Duración: 76 minutos
Género: Drama
Año: 2011
Distribuidora:Moviement Films
Intérpretes: Alain Hernández , Carla Pérez , Demian Sabini , Carolina Cabrerizo
PaÃs: España
Comienza la pelÃcula con un programa de radio donde unos tertulianos hablan del número de parados. Las palabras de los polÃticos auguran que nunca se superarán los cuatro millones. De esto no hace mucho. Poco más de un año. Ahora ya superan los cinco millones y con la nueva reforma laboral ya nos avisan que supondrá que otros 600.000 trabajadores más pierdan su trabajo. Esto, a modo de introito, nos permite contextualizar el momento que viven los personajes de esta historia. Todos ellos, hombres y mujeres superan los treinta años. Ninguno tiene hijos. Algunos trabajan por cuenta propia, otros por cuenta ajena, y la mitad a pesar de sus estudios universitarios y posgrados están sin trabajo, cobrando el desempleo.
A fin de ocupar el tiempo, todos ellos se reúnen en los terrados, terrazas que hay en los edificios, en los que se cuelan con el fin de pasar allà la tarde, ya sea bailando, fumando porros, tomando el sol, charlando, haciendo yoga, o simplemente nada.
De entrada nos puede recordar al corto de Achero Mañas, ParaÃsos artificiales, donde unos jóvenes desbarraban también en unos terrados. Ahora no hablamos de jóvenes sino de personas que van camino de los cuarenta años, muchos de los cuales habida cuenta de la precariedad laboral y de sus ajustados salarios viven con sus padres, o como mucho en alquiler. En su primer cuarto de hora, la pelÃcula resulta un tanto trabada, porque parece que se alimenta asÃmisma de una historia que no crece. Luego todo esto cambia radicalmente y se abren nuevos frentes. Es necesario bajar de las nubes, dejar los terrados, y pisar tierra firme: madurar. Decidir qué es lo que se quiere hacer con la vida, fijar un objetivo e ir a por él. Es en esos momentos donde los personajes interactúan y discuten, donde se reprochan cosas los unos a los otros, donde toca mover ficha aunque sea a costa de tener que dejar el tablero de ajedrez.
Lo grande de Terrados es que sin el ánimo de hacer cine social, sin el menor dogmatismo, ni moralina, la situación tal como está planteada, va calando poco a poco, la historia va cogiendo fuerza, los personajes cogen peso, los diálogos se vuelven esclarecedores y al final las brumas en las que todos nos movemos se van disipando. Un primer paso es saber qué es lo que uno no quiere y luego tratar de llevar a cabo los sueños, los proyectos.
Demian Sabini, dirige y protagoniza (en la piel de Leo) una historia veraz, creÃble, que emociona y atrapa. A mà me ha gustado mucho. Como dice en el final, la pelÃcula está dedicada a todos aquellos que alguna vez estuvieron pérdidos. SÃ, hoy la ciudad es un dédalo y la crisis no hace sino crear dÃa a dÃa callejones sin salida, pero no hay muro que no aguante el empuje de la esperanza, la decisión y el coraje.
Y Demian sabe de lo que habla, porque hizo esta pelÃcula con 12.000 euros, pidiendo prestado, cuando se encontraba en el paro. Desde aquÃ, desearle suerte, y animar a todo el mundo a que la vea. Si es pagando mejor (en Filmin por ejemplo), asà Demian recuperará algo de lo invertido.