Dirección: John Fawcett. País: Reino Unido. Año: 2005.
Duración: 93 min. Género: Terror.
Interpretación: Maria Bello (Adelle), Sean Bean (James), Sophie Stuckey (Sarah), Abigail Stone (Ebrill), Maurice Roëves (Daffyd).
Guión: Paul Tamasy y Stephen Massicotte; basado en la novela «Sheep» de Simon Maginn.
Producción: Jeremy Bolt y Paul W.S. Anderson.
Música: Ed Butt. Fotografía: Christian Sebaldt.
Montaje: Chris Gill.
Diseño de producción: Eve Stewart. Vestuario: Ffion Elinor.
Parece realizada siguiendo las indicaciones de alguna enciclopedia de cine donde se explique lo que hace falta en una película de terror: un lugar apartado, a poder ser donde haya sucesos extraños, relacionados con alguna extraña y antigua leyenda y donde, por supuesto, hubiera algún suceso con muuuucha sangre. Luego deja allí a una familia bien avenida que esté pasando por algún tipo de crisis, con algún lugareño extravagante, claro, para que le explique la oscura historia del lugar. Elige qué componente de la familia será el implicado directamente con el fenómeno extraño, en este caso la niña, cual será es escéptico, el padre, y el que se creerá a pies juntillas toda la historia, que aquí es la madre. Ahora filma los momentos peliagudos con mucho movimiento de cámara, música estridente, mete algunas voces susurrantes y ah! Y por supuesto pon algún flash back que explique algún problema en el seno familiar que colea toda la película pero que no descubrimos hasta el final. Optativo meter animales que se impliquen en la trama y algún niño, o niña rubita a poder ser, que dé miedo. Basta con vestirlos de harapos y despeinarlos.
Pues sí, esto es The Dark, la historia de una familia con problemillas que intentan arreglar yendo la hija y la madre a visitar al padre a un apartado caserón el Gales donde se ha ido a vivir desde que se divorciaron. Un accidente que hace que la hija desaparezca es el desencadenante de la tragedia, pero la madre ve en una antigua leyenda galesa del lugar la explicación de lo que está ocurriendo, y luchará por buscar una opción para hacer regresar a su hija de una especie de purgatorio llamado annwyn.
La historia es poco inquietante por lo previsible. No sorprende en ningún momento, da la impresión de estar todo ya muy visto. Además la película parece haber sido cortada en el momento de desaparición de la cría, porque la madre se agarra a la leyenda a las primeras de cambio y mientras la gente la anda buscando ella ya anda por la biblioteca buscando información, sin consultar a nadie hasta entonces, sólo influenciada por una niña que encuentra y que tampoco le dice gran cosa.
Se basa en una novela de Simon Baggin llamada Sheep (Ovejas), aliñado con algunas leyendas galesas al parecer reales (como leyendas, no que hayan sucedido). El título original de The Dark, se ha dejado en su estreno en España, por suerte, porque en otras historias de este tipo algún traductor iluminado de esos que campean por ahí le hubieran puesto “El ataque de las ovejas suicidas”, “Niña no te acerques al agua” o “Como te ahogues, te mato”, cosas de esas a las que nos tienen acostumbrados.
En cuanto al reparto, la gran protagonista es María Bello (que estrena al mismo tiempo Una historia de violencia), estrella americana en ciernes a pesar de estar muy cerca de los 40. Encarna a un personaje movido y nada fácil de interpretar, pero en todo momento está creíble. La réplica se la da Sean Bean, el Boromir de El Señor de los Anillos, que últimamente está dejando aparte los papeles (secundarios) de malo que han poblado toda su carrera. Sin destacar especialmente, no se sale, pero interpreta a la perfección el papel de amantísimo padre superado por las circunstancias en el pasado y puesto en un difícil lugar en el presente, entre su adorada hija y su quieroynopuedo relación con su exmujer. El extraño lugareño es Richard Elfyn, que aunque tiene una relevancia importante en los hechos, se le ve más bien poco.
Pero las que destacan de verdad son las niñas. Si yo hubiera tenido que hacer una papel como ese a esa edad, me hubiera quedado traumatizado para toda la vida, porque las chicas tiene un difícil papel. La parte amable de la historia, la hija de la pareja, es Maurice Roëves, que tiene un impresionante parecido con Scarlett Johansson de joven (más joven), la Scarlett de El hombre que susurraba a los caballos, por ejemplo, con su melena rubia, sus labios carnosos, tez blanca, aspecto serio, incluso creo adivinar el mismo lunar en la mejilla. Tiene alguna escena escabrosa también, pero es la otra niña, Abigail Stone, la que se pasa la película entera con un aspecto que más que miedo lo que da es pena. Esta chica es una actriz infantil debutante, aunque yo la he llegado a confundir con otra chica de su edad, Skye McCole Bartusiak, que ha participado en muchas películas a pesar de su corta edad, de la niña guapa y dulce que no tenía problemas para conseguir una familia que la acogiera en Las normas de la casa de la sidra a la hija de Mel Gibson en El patriota, ya se le puede considerar toda una actriz y aunque cada vez está más crecidita, está en esa edad en que dependiendo de hacia donde crezca artísticamente y los papeles que elija, su carrera puede ir hacia arriba o hacia abajo. Producciones de este estilo sólo pueden darles algo de fama que les lleve a mejores personajes, al estilo de Dakota Fanning, que parece ser la actriz infantil del momento.
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