No he podido resistir estos días de clausura y reclusión obligada para ver alguna ficción sobre lo que podría suponer una crisis vírica como la que estamos viviendo a un nivel mayor.
Y de eso trata esta película Coreana que podemos ver en Netflix y tiene ya unos años. No es el coronavirus como en estos momentos pero es la gripe aviar, que era la amenaza más patente por aquella época.
La historia comienza en una localidad cercana a Seúl, la capital, a la que llegan en un contenedor unos emigrantes ilegales. Uno de ellos tiene la gripe aviar, infectando al resto y cuando los van a sacar del contenedor, se encuentran un amasijo de restos humanos, cuerpos muertos sin saber el motivo. Pero entre los cuerpos uno de los ilegales ha sobrevivido y escapa, infectando a uno de los responsables de este tráfico ilegal.
Este infectado en su deambular por la ciudad infecta a varias personas más y el ilegal huido también. En la película vemos gráficamente como se produce este contagio, algo similar a lo que está ocurriendo con el coronavirus, que son de la misma familia.
A partir de ahí en los hospitales empiezan a llegar infectados ya que es virus es letal y acaba con la vida de los ciudadanos en 36 horas. Cuando detectan por los síntomas uno de los infectados que puede ser gripe aviar, que la infección es rápida y la mortalidad alta, es cuando entran en juego las autoridades políticas de la ciudad y el país, incluso el ejército.
Es entonces cuando vemos las difíciles decisiones que deben tomar sin saber realmente qué es lo mejor, los (pocos) escrúpulos de algunos dirigentes, la escasez de recursos, la falta de información de los afectados, como tienen que decidir entre los derechos de unos pocos por el bien común y una serie de caminos que se abren antes ellos y no es fácil seguir el correcto. Puede que ninguno de ellos lo sea al 100%.
También hay otra lucha médica, que es la de conseguir anticuerpos para lograr una vacuna, algo que puede hacerse gracias a un infectado al que el virus no mata.
Hasta ahí la historia que nos interesa, pero para darle más épica a la película también hay una historia de amor entre los dos protagonistas que se ven envueltos en esta marea sin posibilidad de escape.
Es algo muy parecido a lo que nos está pasando, aunque a una escala de gracedad mucho mayor, pero espero que esta crisis del coronavirus nos sirva para estar preparados ante otras amenazas mucho mayores que nos pueden venir, en forma de virus o de otras muchas cosas.
Y me sigue asqueando que los políticos sigan iniciando sus ruedas de prensa criticando a los demás. Lo gracioso del tema es que si se toman medidas drásticas que frenen la expansión de un virus como este, se dirá que no era para tanto. Si no se toman en un principio hasta que sea una amenaza muy real, se dirá que se ha tardado mucho. Y se haga lo que se haga siempre habrá alguien en contra y el experto de pacotilla que dirá que se tiene que hacer de otra manera. ¡Cuántos expertos han salido a la luz estos días!
Llevad como podáis esta crisis y tranquilos, porque
TODO VA A SALIR BIEN