Dirección: Steven Spielberg
Guión: Richard Matheson basado en su propia historia publicada en Playboy
Reparto: Dennis Weaver, Lucille Benson, Eddie Firestone, Carie Loftin
USA 1972
Para algunos de nosotros Steven Spielberg siempre ha existido, siempre ha estado ahí, dominando el cine y haciendo alarde de su apodo: El Rey Midas. Pero no es así. Hace mucho, mucho tiempo, en una galaxia muy muy lejana, Spielberg también fue un chavalillo joven que tenía que sacar adelante sus películas que con más imaginación que dinero.
El Diablo Sobre Ruedas supuso la primera película rodada por Spielberg. Aunque realizada para la televisión americana ABC en 1971, al año siguiente se hizo una ampliación del metraje y la película fue estrenada en cines europeos. La principal escena que se añadió es la del camión y el coche en el paso a nivel, donde además se puede apreciar que la cabina del camión es un poco diferente, más nueva.
Es una road movie en toda regla. El primer plano de esta película es ya de por sí genial. Una toma a baja altura que nos va mostrando el camino que sigue un vehículo, suponemos, ya que ha salido de un garaje, pero que aun no hemos visto y que va dando paso a los créditos iniciales, con la radio del coche de fondo. Por fin el plano cambia y podemos ver el coche, que se cruza en la carretera con un destartalado camión al que vuelve a ver en la gasolinera en la que para y de buenas a primeras, el hombre se encuentra con que el camión, como en el título original de la película, le reta a un duelo, sin motivo aparente dispuesto a acabar con él. Tan sencillo y tan aterrador.
En realidad ese duelo no se da hasta el final de la película, como en las películas del oeste, de las que toma referencias. Durante el resto de la historia el camión persigue al coche y le hace perrerías, a él y al conductor.
Sobran prácticamente los diálogos, pues la historia se cuenta por sí sola, por lo tanto creo que aún están bastante de más los momentos en que se oyen en off (una vez, lo siento pero le tango manía a las voces en off) los pensamientos del hombre. Quizás refuercen la idea de que es un tipo normal y por lo que está pasando, pero no debería ser necesario.
El guionista, Richard Matheson, escribió la historia basándose en un hecho similar que le sucedió, según cuenta, el día del asesinato de Kennedy. Tras ser rechazada para una serie de televisión la escribió en forma de historia corta que fue publicada en Playboy. Es curioso que todas las notas de la película, carteles, dossiers, incluso en los créditos, aparece que el guión está escrito por Richard Matheson sobre una historia propia publicada… pero se quedan ahí, no dicen donde. Bueno, ahora ya lo sabemos: Playboy.
Después Spielberg se dedicaría más a los animales (tiburones, dinosaurios,…), a los extraterrestres (E.T., La Guerra de los Mundos), al cine histórico (amitad, la lista de schidler, Munich,…), a las aventuras (Indiana Jones,…), a la ciencia-ficción (I.A., Minority Report,…) pero esta su primera película ya llevaba la marca de un gran director, ya tenía todo lo que tiene que tener una buena peli: suspense, acción, personajes atrayentes, aunque sea un camión. Parte de ese ambiente tiene una clara influencia: Hitchkock, de quien Spielberg siempre se ha mostrado admirador y al que ha intentado emular en ocasiones, como aquí, donde se trasmite esa sensación de agobio y de “te puede pasar a ti”. Es terror más psicológico que el conseguido con seres sobrenaturales o asesinos extravagantes.
Se rodó todo en exteriores y en 13 días. Parte del equipo técnico utilizado se había usado también en Bullit, quizás la película con la mejor persecución de la historia del cine.
Curiosidades: la mujer de la gasolinera que tiene unas serpientes vuelve a aparecer en otra película de Spielberg, 1941, en una escena en la que Belushi para con su avioneta y le dice que le llene el depósito. También 2 ancianos a los que el prota intenta pedir que llamen a la policía salen en una escena en un helicóptero en Encuentros en la Tercera Fase. Estas 2 cosas dan una idea de lo que esta peli supuso a Spielberg para lanzar su carrera.
Otra curiosidad: en la escena final, cuando el camión cae rodando por la pendiente y se destruye, se oye un extraño sonido, como un rugido de dinosaurio. Pues bien, ese mismo efecto sonoro se oye cuando muere el Tiburón de la película del mismo nombre. En un caso se oye mientras la aleta surge en el agua entre la sangre, en el otro lo que surge es la cisterna del camión entre el polvo.
Para terminar, decir que las películas para televisión, ya se sabe como son, y los errores aumentan. El camión se puede ver diferente en cuanto a sus manchas y aspecto, aunque se rodó siempre con el mismo, que al final fue destruido, pero cada día pasaba, al igual que los actores, por su sesión de “maquillaje”. También hay un par de escenas en que se ve a Spielberg, una en el asiento trasero del coche, un poquillo y otra más clara reflejado en la cabina desde la que el protagonista intenta hacer saber a la policía de lo que le está pasando.
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