Volver (Pedro Almodóvar 2006)

Dirección y guión: Pedro Almodóvar.

Interpretación: Penélope Cruz (Raimunda), Carmen Maura (Abuela Irene), Lola Dueñas (Sole), Blanca Portillo (Agustina), Yohana Cobo (Paula), Chus Lampreave (Tía Paula), María Isabel Díaz (Regina), Neus Sanz, Pepa Aniorte, Yolanda Ramos, Antonio de la Torre, Carlos Blanco.

Producción: Esther García.

Música: Alberto Iglesias.

Fotografía: José Luis Alcaine.

Género: Comedia dramática

España 2006

Algo tarde respecto al estreno, pero pronto a tenor de lo que esta película puede obtener en cuanto premios, me he decidido a ver Volver, el último, esperado y muy difundido estreno de Pedro Almodóvar, reciente premio Príncipe de Asturias y uno de los favoritos a llevarse la Palma de Oro en Cannes, actualmente celebrándose.

A estas alturas uno ya se enfrenta a una película de Almodóvar con la mosca detrás de la oreja. Sabes parte de lo que vas a ver, porque el manchego suele mantenerse fiel a ciertos aspectos en todas sus películas: personajes femeninos de marcado carácter, lenguaje directo y a veces algo soez… también su maestría para colocar la cámara en el lugar preciso es marca de la casa y no te puedes fiar de lo que oigas, pues entre los que hacen la pelota, los incondiciones y los detractores, pocos se acercan a su obra con verdadera arbitrariedad.

En fin, me voy del tema, así que lo retomaré para centrarme en Volver. Si empezamos por el reparto, tenemos a 5 actrices (las Chicas Almodóvar de turno) que comparten el protagonismo. Empezando por el final, poco hay que decir de Yohana Cobo, joven casi desconocida para mí, aunque con varios trabajos sobre sus espaldas. Hace el papel de hija de Penélope Cruz, a pesar de llevarse sólo 11 años, porque es bastante más mayor de lo que aparenta en la película. No parece que este haya sido un gran descubrimiento, cumple con su labor y ya está. Blanca Portillo es más veterana, pero su fama se la debe a la televisión, por lo tanto esta era una dura prueba para comprobar si en la gran pantalla daba igualmente el gran salto. Parece que saldrá bien parada. Su personaje es muy teatral y ella tiene tablas, me parece que está bien, pero tampoco le da mucho tiempo a lucirse, pues tiene un papel más bien oscuro y muy limitado.

Las otras 3 actrices están ya consolidadas en el cine español. Lola Dueñas está muy en su papel de Lola Dueñas. Ese tipo de personaje secundario, mujer entre astuta y cándida que pone el contrapunto al personaje principal es lo que le va. Quizá se esté encasillando demasiado. Y vamos ya con las estrellas. Hablar de Penélope Cruz es tan innecesario como hacerlo de Almodóvar. Por muchos palos que se lleve por sus americanadas de turno y sus novios famosetes, la muchacha está donde está por algo, y a mí me parece muy buena actriz. Este papel se aleja mucho del lucimiento personal (y físico) de algunos de sus típicos títulos taquilleros, y tiene una carga interpretativa para mi gusto demasiado exigente para ella, que aún es joven para papeles de mujer madura. Tampoco me gusta el acento forzado, supongo que será por la costumbre de escuchar su voz de modosita.

Y para acabar, en un reparto donde no luce ningún hombre, he dejado para el final a Carmen Maura, a la que se ha relacionado mucho con el título de la película, pues para ella supone un Volver con Almodóvar después de un tiempo separados por razones en las que no entraremos. Los 2 se sacaron el uno al otro lo mejor de sí mismos y demostraron ser tan buenos en lo suyo que ambos han seguido brillando en sus carreras por separado, tanto en España como en el extranjero. Que ahora se vuelvan a juntar debería ser algo anecdótico, una gran actriz y un gran director que trabajan juntos y punto, no se puede volver la vista atrás porque ninguno está en el punto donde lo dejaron y cualquier análisis en ese aspecto carece sentido. Su papel es muy goloso, lleva la carga de la película, aunque más como McGuffin, que con presencia real, ya que minutos tiene más Pe. Con una actriz de esta talla se puede sacar adelante cualquier trabajo, porque se puede asegurar que lo da todo, y en esta ocasión, no es menos.

Entre el resto del reparto, destacar a la incombustible Chus Lampreave, alter ego de la fallecida madre de Almodóvar y los figurantes, todos del pueblo manchego donde se rodó.

En resumen, el argumento es un tanto peregrino y la película queda un tanto forzada, aunque es entretenida y no aporta nada especialmente destacable, excepto quizás una buena ambientación, fotografía y el esfuerzo realizado. Habla sobre la vida tomando como base la muerte, tiene un único sentido femenino, lo masculino aparte de negativo es prácticamente inexistente, aunque contundente en el fondo.

Una percepción muy mía es la de que el personaje de Penélope le queda un poco grande, por edad y por apariencia, que parece que la han tenido que forzar un poco con alguna que otra prótesis. Hay momentos en los que viendo su trabajo creo que hay otra actriz española a la que le hubiera ido mucho mejor ese papel y le hubiera dado algún matiz más: Goya Todelo.

Lo más exagerado (y realista): los besos de Blanca Portillo.
El contraste: los “nuevos” molinos de viento manchegos.
Lo más natural: la naturalidad con que se tratan todos los temas, empezando con la muerte, en todos sus aspectos.
Lo menos creíble: la voz de Penélope cantando (doblada por Estrella Morente).
El cameo: Agustín Almodóvar haciendo de dependiente (ya ha hecho varios).
Lo más tenebroso: el aspecto inicial de Carmen Maura.

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