Dirección: Isabel Coixet.
Reparto: Penélope Cruz (Consuela Castillo), Ben Kingsley (David Kepesh), Dennis Hopper (George O’Hearn), Patricia Clarkson (Carolyn), Peter Sarsgaard (Dr. Kenny Kepesh), Deborah Harry (Amy O’Hearn).
Guión: Nicholas Meyer; basado en la novela «El animal moribundo» de Philip Roth.
Producción: Tom Rosenberg, Gary Lucchesi y Andre Lamal.
Fotografía: Jean-Claude Larrieu.
Montaje: Amy Duddleston.
Diseño de producción: Claude Paré.
Vestuario: Katia Stano.
USA 2008
Dada su trayectoria como directora y tras rodar sus últimas películas en inglés (La vida secreta de las palabras y Mi vida sin mí) y con actores anglosajones (Tim Robbins, Sarah Polley,…), parecía que el salto a Hollywood era un camino previsible y supongo deseado por parte de Isabel Coixet.
En cualquier caso, así ha sido, y la catalana hizo las maletas para irse a Hollywood a rodar, metafóricamente hablando, claro, ya que el rodaje se llevó a cabo en Canadá, que sale más barato.
El elenco actoral con el que ha contado es de los que dan envidia a cualquier director. Por parte española está nuestra actriz más internacional, Penélope Cruz, que tanto interpretativamente como en cuanto a mostrar su belleza a la cámara, siempre cumple. Interpreta a una cubana a la que comparan con la maja vestida, y que después podemos hacer lo propio con la otra maja.
El protagonista que la acompaña es uno de los actores más considerados, el veterano Ben Kingsley, que interpreta a un profesor universitario alérgico a comprometerse en lo personal, ya sea con una pareja o con un hijo, y que encontrará en la joven a la que interpreta Pe algo diferente que nunca ha encontrado en sus anteriores relaciones. Movido además por los celos y por una sensación de no estar ya a la altura, ella conseguirá atraparle, pero al tratarse de un animal de costumbres, a él se le hará difícil la lucha entre ser lo que siempre ha sido y cambiar según lo que su corazón ahora le dicta.
A estos dos protagonistas les secundan otros personajes interpretados por actores muy reconocidos, como Dennis Hooper, un mujeriego poeta que actúa de conciencia maligna del prota, intentando llevarle por el camino de siempre, Patricia Clarkson, que representa la seguridad de una relación sin muchas ataduras, pero con determinadas obligaciones, o Peter Sarsgaard, el hijo desatendido que constantemente le recuerda la mala persona que en ocasiones ha sido. Como se ve, cada uno tiene su papel muy definido en la vida del protagonista y cumple escrupulosamente su función en la historia.
Creo que la película está bien rodada, me recuerda mucho a la anterior de Coixet, La vida secreta de las palabras, porque los personajes, sobre todo el principal, también están atrapados, en aquella película era en una base en mitad del mar, aquí es en sus propias circunstancias, pero lo cierto es que la historia no me ha llegado a decir mucho.
Las divagaciones filosóficas que plantea siempre esta directora no logran atraparme. Que si las relaciones a cierta edad, la que se va yendo, la juventud que no vuelve y hay que aprovechar… todo ello encauzado por la voz de las reflexiones del protagonista y sus clases magistrales en las que hace ver que un libro cambia cuando lo leemos porque nosotros cambiamos y no es lo mismo leerlo a una edad que muchos años después, que se puede extrapolar a otros artes, por lo que “una obra de arte les recuerda lo que ustedes son ahora”.
Esta vez, además, el guión no es de la Coixet, sino de Nicholas Meyer, un hombre que ha hecho un poco de todo, desde algún Star Trek hasta Sommersby, todas en general un coñazo, que diría Lars Von Trier.
Ben Kingsley | La última legión | El caso Slevin | El sonido del trueno | Bloodrayne | Casa de arena y niebla
Patricia Clarkson | Sin reservas | Todos los hombres del Rey | Buenas noches y buena suerte | High Art
Peter Sarsgaard | Plan de Vuelo: Desaparecida | Jarhead | La Llave del Mal
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