TÍTULO ORIGINAL Anonyma – Eine Frau in Berlin
AÑO 2008
DURACIÓN 131 min.
PAÍS Alemania
DIRECTOR Max Färberböck
GUIÓN Max Färberböck, Catharina Schuchmann (Libro: Anonyma)
MÚSICA Zbigniew Preisner
FOTOGRAFÍA Benedict Neuenfels
REPARTO Nina Hoss, Yevgeni Sidikhin (AKA Evgeny Sidikhin), Irm Hermann, Jördis Triebel, Rüdiger Vogler, Ulrike Krumbiegel, Rolf Kanies, Roman Gribkov, Juliane Köhler, August Diehl
PRODUCTORA Coproducción Alemania-Polonia; Constantin Film / ZDF / Tempus
La película afronta el tema de las violaciones sufridas por las mujeres alemanas cuando durante la Segunda Guerra Mundial, los rusos entraron en Berlín en 1945, de abril a junio de ese año, y finalmente la ciudad acabó capitulando ante el Ejército Rojo, y Hiltler suicidándose. La historia se narra en primera persona por una mujer alemana, periodista de profesión, a la que la vida le sonríe junto a su marido, en la nómina de la SS. Cuando Berlín está a punto de caer (con la toma del Reichstag) su marido está en el frente, y ella, es sometida sexualmente por varios militares rusos. Ante lo inevitable, ella decidirá quien será su violador, y elige lo más granado del ejército, principalmente altos mandos. Hay un Comandante Andrej, con el que surge algo parecido al amor, creándose una relación especial en unas circunstancias que también lo son.
La historia se publicó a finales de los años 50 y creó tal revuelo que ninguna editorial alemana quiso publicarlo. A la muerte de la escritora en 2001, finalmente se editó con su nombre y apellidos y el libro fue un éxito de ventas en Alemania. La película es la traslación a la gran pantalla de esa historia. Además del tema de las violaciones, hay otro sinfín de historias maneras, paralelas o entrelazadas, que dan consistencia a la historia porque el gran logro de la historia es que supura realismo, y resulta creíble en extremo, sin recurrir a los consabidos tópicos que abundan en las películas donde pululan militares. Así las filas del ejército ruso la forman personas cosechadas de toda Rusia, un vasto territorio que aglutina razas de todo tipo, muchos de ellos agricultores y obreros obligados a arrimar el codo para librar a la humanidad del fascismo alemán. Nada es blanco y negro, y si uno se pone en la piel de esas mujeres quizá llegamos a entender por qué hicieron lo que hicieron, ofreciendo sexo a cambio de alimentos, de protección, de cierta seguridad, si bien eso les supondría un estigma que tuvieron que llevar hasta el fin de sus días.
Meritoria es la interpretación de los actores y actrices, en especial de la actriz alemana Nina Hoss (1975, de quien en breve comentaremos Jerichow), cuyo rostro es capaz de ofrecer toda clase de paisajes faciales, desde la ternura a la desperanza, pasando por el odio o la impotencia, y del Comandante Ruso Yevgeni Sidikhi, que bajo un físico rocoso y un rostro duro y áspero esconde un alma artística y sensible. Gerd (August Diehl), el marido de la susodicha seguro que os suena de haberlo visto en la reciente Malditos Bastardos.
Película muy recomendable.
Crítica de Una mujer en Berlín
Me ha gustado mucho la película. Creo que está muy bien ambientada y es fiel reflejo de lo que aconteció en esos meses que cambiaron el rumbo de la historia.
¿Sabéis de otras películas alemanas recientes que valgan la pena ver?.