Tenía preparado desde la semana pasada esta entrada que ahora estáis leyendo. Lo vi en Microsiervos, blog de referencia y habla sobre «la suspensión momentánea de las creencias (o de la realidad)» y me pareció curioso al leerlo.
Se trata de algo que inconscientemente hace nuestro cerebro cada vez que nos enfrentamos a algo que no es real, pero que queremos pensar que sí lo es. Pasa por ejemplo cuando vemos un número de ilusionismo, donde estamos viendo algo que sabemos que no puede ser real y sin embargo no sabemos explicar y que nuestra mente dispone para poder disfrutar de ello.
Más inconsciente todavía y más irreal es lo que hacemos al enfrentarnos a la televisión o al cine, que todos sabemos son sólo 24 imágenes fijas por segundo, pero que nos dan la impresión de observar mundos de lo más dispar.
Bueno, mejor explicado queda en el siguiente texto y mucho mejor un ejemplo para entenderlo.
De todas formas, antes de que lo hagas, los puntos expuestos son totalmente ciertos, pero con lo que transmite el cine, sería muy triste ver siempre las películas en esos términos, aunque yo muchas veces he pensado que así sería como las vería de dedicarme profesionalmente a él…