Dirección: Danis Tanovic.Países: Francia, Italia, Bélgica y Japón.
Año: 2005.
Duración: 98 min. Género: Drama.
Interpretación: Emmanuelle Béart (Sophie), Karin Viard (Céline), Marie Gillain (Anne), Guillaume Canet (Sébastien), Carole Bouquet (la madre), Jacques Gamblin (Pierre), Jacques Perrin (Frédéric), Miki Manojlovic (el padre), Maryam D’Abo (Julie), Gaëlle Bona (Joséphine), Dominique Reymond (Michelle), Jean Rochefort (Luis).
Guión: Krzysztof Piesiewicz; con la colaboración de Agnieszka Liepiec Wròblewska; basado en la trilogía «Paraíso, infierno, purgatorio» de Krzysztof Kieslowski y Krzysztof Piesiewicz.
Producción: Cédomir Kolar y Marc Baschet. Música: Danis Tanovic y Dusko Segvic.
Fotografía: Laurent Dailland. Montaje: Francesca Calvelli.
Diseño de producción: Aline Bonetto. Vestuario: Caroline de Vivaise.
Pocas cosas laceran tanto el alma humana como un amor no correspondido. Tras unos títulos de crédito ciertamente perturbadores vemos a un hombre salir de la cárcel. El mismo que irá a su domicilio para ver como su mujer lo desdeña. Al tratar de ver a sus tres hijas, la primera se lo impide, para acabar el hombre defenestrándose, muriendo instantes después.
Pasa el tiempo y ahora vemos las existencias de tres mujeres; Céline, Sophie y Anne. Son las tres hermanas del comienzo. Céline vive sola, y los fines de semana se traslada en tren a ver su madre que vive en una residencia de ancianos. Las rutinas se repiten semanalmente y la madre, se comunica con su hija a través de notas en un papel. La segunda ve como su marido le es infiel, y la tercera es una estudiante universitaria que mantiene un affaire con uno de sus profesores, casado y cuya hija es amiga suya.
El nexo de unión de las tres es que ambas no tienen lo que desean. Céline es objeto de la persecución de un hombre algo más joven que ella que la asalta en un bar, próximo a su casa. Finalmente Céline llega a la conclusión de que el hombre la desea. Está equivocada como se verá. Eso le conmocionará. A su vez Sophie, constata como su marido le es infiel con una cliente. Más que deseos de venganza, Sophie se mueve en los territorios de la degradación, en los contornos afilados de la bajeza, llegando incluso a oler el cuerpo desnudo de la amante con la que su marido acaba de yacer en un hotel. Sophie quiere dejarlo, pero no puede, lo odia, lo rechaza, pero al mismo tiempo quiere retenerlo, poseerlo, lograr que él se derrame en ella. Vano intento. Finalmente, Anne, quiere que esa aventura que mantiene con su profesor sea algo más. Locamente enamorada de su maestro, sin él su vida es un barco a la deriva, un horizonte plagado de nubes negras, un arcoiris monocromo, una ambiente enrarecido, un desequilibrio que solo su presencia, sus palabras, su aliento logra mantenerla con vida. Está enamorada de cabo a rabo. Pero el profesor tiene una vida hecha y para él, esa aventura es un pasatiempo, un yacer con un cuerpo turgente, un regalo del presente, no una inversión para el futuro
Así las cosas, las tres hermanas constatan que un amor correspondido duele, frustra, deprime, las hace languidecer, vadear por la locura.
Como corolario, en una reunión que las tres hermanas mantendrán con su madre, sacará a la luz algo del pasado de su padre, que si a priori debería cambiar las cosas, queda claro que uno se cree su historia, equivocada o cierta y a menudo no deja lugar para el arrepentimiento. Queda para el espectador una drama, bien narrado e interpretado, el cual no deja tanta huella como debería habida cuenta de lo que hay en juego.