Apocalíptica serie ideada y dirigida por Alex de la Iglesia, producida por HBO, cadena en la que puede verse actualmente.
La puesta en escena es impresionante, y las localizaciones y devenir de la historia la hacen hipnótica, a pesar de ser algo truculenta en muchas ocasiones, empezando por los crueles títulos de crédito que dan idea de lo que te vas a encontrar.
La primera escena con la que comienza la serie también deja una clara idea de por donde van a ir los tiros. Me refiero a esa en que la prota de la serie, Megan Montaner, que es la veterinaria del pueblo (trabajo que según avanza la serie se va olvidando), ayuda a parir a una vaca y lo que acaban recogiendo en sus brazos es un niño humano. Toda una declaración de intenciones.
A raíz de ese suceso, las cosas extrañas en el pueblo se irán sucediendo una detrás de otra y parece que en todo ello está implicado el cura, un potente Eduard Fernández, cuyo personaje lleva un año en el pueblo, es rudo, exboxeador y con una fe que no se puede poner en duda.
La trama se conoce en seguida, ya que vemos algunas de las escaramuzas de «los malos» de la película recogiendo por el mundo las reliquias que buscan. Se tratan de las 30 monedas con las que Judas fue pagado por traicionar a Jesucristo, que están intentando volver a reunir como objetos de poder para dominar el mundo.
La última que les falta se encuentra en el pueblo, ya que la tiene el cura. Éste se la da a la veterinaria y a partir de ahí su monótona vida dejará de serlo. Lo mismo le sucede al resto del pueblo se ven involucrados en actos violentos, muertes y sucesos extraños.
La veterinaria contará con la ayuda principalmente del alcalde (Miguel Ángel Silvestre) y la oposición de la mujer de éste (Macarena Gómez) para luchar contra las malignas fuerzas que les acecharán.
Estos 3 personajes principales están interpretados de forma muy carismática y es fácil identificarse con ellos. No son los típicos cabeza huecas que se meten en líos, son los problemas los que les buscan a ellos y salen airosos (es un decir) de todo lo que les va pasando, con bastantes magulladuras, eso sí, y con la moral un poco más rota a cada rato.
La parte sobrenatural de la historia está bien integrada y es fácil ver la mano de Lovecraft en la ambientación y de otras películas de terror, como el propio de la Iglesia ha dicho. Aún así se mete mucho en el género de terror y la fantasía y es algo a tener en cuenta para aquellas y aquellos a los que les guste, ya que no les dirá nada la serie. También él mismo ha dicho haber planteado la serie como un juego de rol y así es como los personajes son llevados de un lado a otro por las fuerzas que dominan la partida.
Ciertamente en este caso es más el camino que se hace hasta llegar al anodino final que ese final en sí, que para mi gusto es bastante flojillo. Me paso mucho últimamente con muchas series que parece que les dé para algo más que una película, pero que lo han estirado demasiado como para una serie. El director ha dicho que serán 3 temporadas, al menos eso tiene de inicio ya planteado y la segunda casi escrita del todo, así que podremos volver a contar con el buen hacer de Alex de la Iglesia en este trabajo.
No creo que sea una serie que pase a la historia como algo novedoso, ni relampagueante, pero tendrá su público y hay que reconocer su gran puesta en escena, como he dicho al principio y como va subiendo el ritmo para enganchar en los primeros episodios, aunque luego decaiga.