Agentes secretos crítica película

Dirección: Frédéric Schoendoerffer.
Países: Francia, Italia y España.
Año: 2004.
Duración: 109 min.
Género: Acción, thriller.
Interpretación: Vincent Cassel (Brisseau), Monica Bellucci (Lisa),
André Dussollier (Coronel Grasset), Charles Berling (Eugène), Ludovic Schoendoerffer (Loïc),
Bruno Todeschini, Sergio Peris-Mencheta (Raymond), Eric Savin (Tony), Serge Avedikian (Igor),
Gabrielle Lazure (Véronique), Najwa Nimri (Maria Menendez).
Guión: Frédéric Schoendoerffer y Olivier Douyère.
Producción: Éric Névé.
Música: Bruno Coulais.

Agentes Secretos es una co-producción italo-francesa-española estrepitosamente mala. Aunar esfuerzos nunca fue tan inútil. Atendiendo al título uno se espera una película de suspense, intriga y acción a raudales. Nada de esto acontece en los soporíferos cien minutos que dura esta insufrible película.

¿De qué va esta memez?. De una misión que deben llevar a cabo unos agentes secretos Franceses, que consiste en dinamitar un barco que trafica con armas. La presunta acción de la cinta es inexistente. Se ve a gente moverse de un lado para otro, pero está tan mal hecho que apenas nos enteremos de que es lo que ocurre. Nunca he visto una escena de lucha tan mal hecha como la que hacen Vincent Cassel y la patria Nawja Nimri (parece un sketch de los Morancos), donde queda patente el poco oficio del director de este engendro.

La película se va sin que suceda nada reseñable, que capte el menor interés, algo imperdonable contando con la magnética presencia de la sensual Monica Bellucci, que es incapaz de plasmar ese dilema moral que tiene con su profesión, de la cual quiere renunciar (para tener hijos y engordar veinte kilos como le reprocha Brisseau). Los escasos diálogos que hay son perfectamente prescindibles, ya que nada aportan a lo que vemos.

Lo que ya es de traca es que las pocas veces que hablan es para decirnos lo increible que es la profesión que realizan, agente secreto se entiende, que no pueden vivir sin hacer lo que hacen. Pues a mí me basta ver la película para sacar conclusiones: ser agente secreto es tan divertido como ser conserje, por ejemplo, y todo gracias a una historia gris, insípida, insulsa y deslabazada.

Un puzzle en el que las piezas no encajan sencillamente por que faltan más de la mitad. Todo chirría y al final el proyecto descarrila y se va vaya usted a saber donde. Si los Europeos quieren competir con el cine Americano con películas de calidad tan baja como esta no nos vamos a comer un colín. Una película de acción que aburre y adormece, es como volar con Iberia en julio o agosto, un puto desastre.

Posiblemente una de las peores películas de año y de lo que llevamos de década.

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