Director: Paul Weitz
Guión: Paul Weitz
Reparto: Hugh Grant (Martin Tweed), Dennis Quaid (Presidente Joe Staton), Mandy Moore (Sally Kendoo), Marcia Gay Harden (Primera Dama), Chris Klein (William Williams), Jennifer Coolidge (Martha Kendoo), Willem Dafoe (Jefe de gabinete), Judy Greer (Accordo), John Cho (Ittles), Seth Meyers (Chet Krogl), Shohreh Aghdashloo (Nazneen Riza), Sam Golzari (Omer)
Producción: Paul Weitz, Rodney Liber y Andrew Miano
Género: Comedia
USA 2006
Visión menos paródica de lo que pudiera parecer de la sociedad americana (y mundial por extensión) actual. Trata sobre un concurso que a todos les sonará, donde gente normal y corriente se consiguen convertir en super estrellas cantando, independientemente de que canten bien o mal, ganen o pierdan.
Así, en vez de ser albañiles o tonadilleras, los triunfitos americanos que llegan a la final y que protagonizan la película, son una camarera de la América profunda, hortera y que cumple con todos los requisitos para llevarse al público con su cándida belleza y patriótica vida, y un inmigrante de Oriente Medio enrolado en las filas de un contradictorio grupo terrorista.
Las situaciones que se dan son hilarantes, hasta el punto de llegar a sobrepasar el absurdo, porque a estos 2 personajes, las esperpénticas familias que les rodean y el chulesco presentador, hay que sumar al mismísimo presidente norteamericano, cuyo gabinete decide que actuar de jurado en el concurso es la mejor forma de hacer aumentar su popularidad.
El presi se parece bastante a George Bush Jr., es una parodia más que clara, aunque como decía al principio, no creo que tan distante de la realidad. Está interpretado por Dennis Quaid, algo caracterizado, aunque no mucho, para parecerse más a él. El presentador es Hugh Grant, que sigue aumentando su lista de personajes pijos y vividores que tan bien interpreta. Los 2 “soñadores”, Mandy Moore, que debido a su juventud esperemos que aún le quede mucho por ofrecer, porque sabe ganarse a la cámara, y Sam Golzari, actor más desconocido. Hay que decir también que todos ellos quedan un poco descoloridos dentro de la trama, tienen poca profundidad. Destacan también en el reparto un Willem Dafne calvo y bastante transformado, que no me ha gustado en su papel de ayudante del presidente, y Marcia Gay Harden, la primera dama, tampoco nada destacable.
Como entretenimiento la película está bien, pero está tomada tan poco en serio, realizada con un aire tan paródico, que no se puede apreciar el dedo en la llaga que pone en muchos temas, como el terrorismo, el hombre que dirige los designios del país más poderoso del mundo, los valores de la juventud actual, como está la televisión o lo que es capaz de hacer la gente por conseguir ser famosos, por citar algunos.
Pero al parecer lo que han querido es simplemente hacer un producto comercial, con alguna cara famosa y que la gente no se preocupe tanto por los problemas que hay en el mundo, sino que se lo tomen todo un poco a chufla, así que si ese sentido era el que querían darle, lo han conseguido, aunque no hayan logrado una gran película en otros aspectos, para haberse gastado 20 millones de dólares.
Como curiosidad, las escenas de la Casa Blanca están rodadas en los escenarios de la serie “El Ala Oeste de la Casa Blanca”.
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