American Ganster (Ridley Scott, 2007)

Dirección: Ridley Scott.
Reparto: Denzel Washington (Frank Lucas), Russell Crowe (Richie Roberts), Josh Brolin, Chiwetel Ejiofor, Carla Gugino, John Hawkes, Ted Levine, RZA, T.I., Yul Vazquez.
Guión: Steve Zaillian.
Producción: Brian Grazer.
Música: Marc Streitenfeld.
Fotografía: Harris Savides.
Montaje: Pietro Scalia.
Diseño de producción: Arthur Max.
Vestuario: Janty Yates.
USA 2007

Estrenada en Noviembre en los Estados Unidos, habrá que esperar hasta finales de mes, justo el último fin de semana del año, para verla estrenada en España, pero de momento ya la hemos podido ver y seguro que será una de las pelis con más éxito de la temporada. Lo que sí que espero es que los gurús de las traducciones y doblajes varios no metan sus manazas aquí y que lo dejen todo como está.

De momento en Estados Unidos ya recaudó más de lo que costó, 100 millones de dólares en un par de semanas y parece que será una de las grandes apuestas de la Universal de cara a los Oscars.

No en vano tiene como protagonistas a 2 grandes actores que suelen aspirar a todos los premios con sus interpretaciones: Denzel Washington y Russell Crowe. Curiosamente Washington le quitó el Oscar a Crowe en 2001 y ambos habían estado nomindos anteriormente junto en el 99, donde les ganó Kevin Spacey. Aún así, Crowe tiene una estatuilla y Washington 2.

La película nos cuenta una tradicional historia de gansters, tipo El Padrino, aunque puestos a comparar se asemeja en cuanto a ritmo y estilo a Infiltrados (The Departed), precisamente la gran triunfadora de los Oscar 2007, lo que podría hacer presagiar un buen futuro para American Ganster en esa parcela.

La acción se ambienta en los Estados Unidos de los últimos años de la guerra de Vietnam. Richie Roberts (Russell Crowe) es un poli que anda detrás del tráfico de drogas, pero en lugar de empezar por abajo, quiere dar el golpe con los peces gordos, que la única manera de cortar el imperio de la droga.

En sus investigaciones se encontrará con Frank Lucas (Denzel Washintong), un negro metido en un negocio controlado por italo-americanos. Roberts intentará seguir tirando del hilo para llegar a la cúspide de la pirámide, pero lo que no sabe es que ya ha dado con ella, porque Frank Lucas, a pesar de parece imposible, es el último eslabón.

Lucas trabajaba para uno de los capos de la mafia. Al morir este empieza a crear su propio negocio metiendo droga en el país procedente de Vietnam, aprovechándose de la logística del propio ejército americano. Su droga, más pura y más barata, empieza a ser la más cotizada en el mercado y sus beneficios alcanzan cotas impensables por él mismo.

Realmente la historia que se cuenta está basada en personajes reales, es una historia que sucedió de verdad, y se toman su tiempo para contarla, más de dos horas y media. No sé si en su momento tendría trascendencia o no en Estados Unidos, lo que está claro que el negocio de la droga movía muchos millones entonces y lo sigue haciendo ahora.

Se da la circunstancia de que los dos personajes principales luchan en lados opuestos: uno al servicio de la ley y el otro dentro de la ilegalidad, pero ambos son almas gemelas. Su estricta visión de sus responsabilidades les hace llevar su vida dentro de unos cauces. El poli no duda en entregar a compañeros o rechazar chantajes o la posibilidad de coger botines, mientras que el ganster mata si es necesario o lo da todo por su familia, pero tanto uno como otro sigue su código ético personal a rajatabla. Sólo cuando se salen de él, mínimamente, caen en desgracia. El policía no atendiendo a su hijo, al que perderá, y el ganster haciendo un mínimo alarde de ostentación, lo que le llevará a ser atrapado.

Esa filosofía de vida y forma de ver el mundo está muy bien representada en la película, y se ve reforzada por dos interpretaciones de lujo de los dos protagonistas, que bordan sus papeles. Los dos tienen a personajes serios que les permiten lucirse. Sabemos que el mafioso se dedica a negocios que son reprobables, pero no representa al típico malo de película, es un tío con carisma, o más que eso, con fuerza.

El policía tampoco tiene el carácter chulesco de otros personajes de estos ambientes, de eso se encarga Josh Brolin, que da vida a un policía corrupto, chulo y egocéntrico, de los que el Richie Roberts detesta, pero con los que se ve obligado a lidiar día tras día, hasta que tiene la oportunidad de echarles también el guante.

Entre el resto de secundarios hay otros nombres conocidos, como Armand Assante o Cuba Gooding Jr. que interpretan a otros hampones también muy diferentes a Frank Lucas. También está Carla Gugino, que interpreta a la sufrida esposa de Crowe.

Todos ellos están dirigidos por uno de los grandes en esta parcela, Ridley Scott, que como es costumbre en él también produce. La última película suya que vi fue El Reino de los Cielos, aquel truño infumable que tuvieron la desfachatez de hacernos pasar por española, por lo que mi impresión de él ha vuelto a aumentar. Su filmografía está llena de estos altibajos. Creo que no estamos ante una obra maestra, pero sube un poco el penoso nivel del cine americano que nos llega últimamente, lo que no es mucho decir.

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