A la vista de las cifras que nos deja el año 2013, solo podemos afirmar que no ha sido un año bueno para el cine español, si tenemos en cuenta el poder de convocatoria en los cines de las películas españolas.
Sólo tres películas han rondado las 700.000 entradas:
– Los amantes pasajeros de Pedro Almodóvar (703.000 espectadores)
– Las brujas de Zugarramurdi (Alex de la Iglesia)
– Zipi y Zape.
Otras películas tuvieron cierta presencia.
– La gran familia española (406.000 espectadores)
– Combustión (192.000)
– Vivir es fácil con los ojos cerrados (75.000)
– Quince años y un día (65.000)
La mayoría de las películas pasaron sin pena ni gloria: Canibal (18.000) La herida (12.000) El muerto y ser féliz (5.800) Libre te quiero (1.500).
Algunas de estas películas, cogerán algo de vuelo con los Premios Goya y tendrán así más recorrido tanto en los cines, cuando las vuelvan a proyectar, si es el caso, como en su lanzamiento en DVD.
Que la cuota de mercado se quede en un 10%, nos dice que de cada 100 euros que los españoles nos dejamos en los cines, 90 euros, son en productos fílmicos extranjeros, dejando en evidencia a nuestro cine. Lo cual no es justo, pues se siguen haciendo apuestas interesantes de la mano de directores que tienen cosas qué decir, que en ocasiones son explotadas en plataformas digitales como Filmin, en filmotecas, círculos de bellas, u otros canales de distribución, al margen de las salas de cine.
Vía | Datos ICAA