Dirección: Michael Radford.
Países: Reino Unido, Luxemburgo e Italia.Año: 2004.Duración: 138 min.
Género: Comedia dramática.
Interpretación: Al Pacino (Shylock), Jeremy Irons (Antonio), Joseph Fiennes (Bassanio), Lynn Collins (Porcia), Zuleikha Robinson (Jessica), Kris Marshall (Graciano), Charlie Cox (Lorenzo), Heather Goldenhersh (Nerissa), Mackenzie Crook (Lancelot Gobbo), John Sessions (Salerio), Gregor Fisher (Solanio), Allan Corduner (Tubal).
Guión: Michael Radford; basado en la obra de William Shakespeare.
Producción: Cary Brokaw, Barry Navidi, Jason Piette y Michael Lionello Cowen.
Música: Joselyn Pook.Fotografía: Benoît Delhomme.
Montaje: Lucia Zucchetti.
Diseño de producción: Bruno Rubeo.Vestuario: Sammy Sheldon.
Otra obra de WIlliam Shakespeare que es llevada a la gran pantalla. En este caso la historia se ambienta en la Venecia del siglo XVI. Un judio de nombre Shylock ( Al Pacino) presta un dinero a Antonio (Jeremy Irons) . El contrato establece que si a la fecha del vencimiento Antonio no devuelve los tres mil ducados prestados, Shylock podrá cobrarse una libra de carne de Antonio.
Los judios en esa época son vistos con malos ojos por los ciudadanos, que los consideran unos usureros. A tal fin los insultan y escupen, obligándoles a llevar un gorro rojo como identificativo de su condición.
La historia tiene sus momentos graciosos, si bien en algunas escenas como la de los cofres resulta tediosa. En otras, como la del juicio, sin embargo, el cambio de rumbo se hace demasiado brusco y resulta forzado.
Al Pacino destaca con una gran interpretación, aunque a veces peca en la sobreactuación, en la piel del judio Shylock, atormentado por la huida de su hija, sin despedida y con alevosía para ir a parar a manos de un cristiano. Las iras y tormentos de Shylock se focalizarán contra Antonio, del que piensa obtener justa venganza.
Jeremy Irons está tan aplatanado como lo estaba en el Reino de los Cielos en un prodigio de contención e inexpresividad, igual que Joseph Fiennes
Hay que citar al amigo o amante de Antonio, Bassanio (Joseph Fiennes ) por cuya culpa la vida de Antonio corre peligro. La película resulta divertida merced a unos diálogos chispeantes, a veces lastrados por un exceso de teatralidad y vana palabrería. Brilla la actriz Lynn Collins , dando vida a Portia en su doble papel. Venecia se vista de gala para la película y el diseño artístico es aceptable, al igual que el vestuario y decorados, pergeñando el artificio barroco pomposo y grandilocuente necesario.
Se echa en falta un mayor rigor histórico, el haber entrado más en detalle en el dificil convivencia entre judios y cristianos con sus más y sus menos. Es una pena que el director Michael Radford lo despacha superficialmente sin ningún análisis.
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