Al final del episodio anterior se supone que hemos llegado a la mitad de la serie, y nos dejaba en una situación nada halagüeña. El comadreja parece que se ha esfumado, no se supo nada de él. Ha entrado en juego una especie de secta, “La Orden de la Reutilización”, que no parecen tener muy buenas pulgas y a la que se ha unido el Dr. Rubber. Además está “La Legión” con Jennifer como contacto con Miller, de la que aún no podemos fiarnos y el insaciable coleccionista Karl Kreutzfeld, de cuyas buenas intenciones de únicamente querer curar a su hijo, tampoco nos podemos creer nada. Parece que todo va en contra de Miller, pero aún así, quitando a “La Orden”, del resto de supuestos o potenciales “malos” ha conseguido siempre colaboración. De Jennifer, en concreto, en este episodio recibe hasta de más.
Como ya dije en su momento, originalmente los episodios eran 3, así que el anterior y este eran uno originalmente, el segundo. Por eso la acción acababa abruptamente con Wally dispuesto a darle más información de lo que realmente ocurre, trasportando con su billete de autobús a Miller a las afueras de la localidad de Gallup, en Nuevo México, según él en mitad de todo. Allí acababan de llegar al exterior de un Motel semiderruido, el Sunshine, cuyo logotipo es el mismo que aparece en la llave de la habitación.
Ahí le habla de “El Suceso”, lo que ocurrió ese 4 de Mayo de 1961, cuando se crearon todos los objetos. La última habitación que tiene el Motel es la 9, no existe la habitación 10, la Habitación Perdida. Pero con la 9 les llega, ya que en esa habitación parece habitar algún tipo de fantasma que se aparece en presencia de la llave y que puede ser una pista para encontrar a la hija de Miller. Es una mujer que pertenecía al grupo de “Los Coleccionistas” originales, con relación con el motel.
La mujer puede ser una de las claves, por eso, con la ayuda de Jennifer (a la que aprovecha para darle un revolcón en la habitación) y las investigaciones del hermano de esta, ahora ingresado en un psiquiátrico, se lanzan tras esa pista. Así encuentran al marido del “fantasma del hotel” que les cuenta un poco más de la historia, lo que le pasó a ella tras realizar un experimento con varios de los objetos y estar a punto de desatar unas terribles fuerzas procedentes del motel. Así se encontrará un nuevo objeto importante, el estuche del reloj, que impide que las cosas se descompongan.
Gracias a ese objeto y al ya conocido del peine logra liberar a la mujer del motel, que le dice ha visto a su hija y que está viva. Además descubren el objeto esencial, que no es tal objeto sino una persona: el huésped de la habitación.