Dirección Michael Caton-Jones
Intérpretes Sharon Stone (Catherine Tramell)
David Morrissey (Dr. Michael Glass)
Charlotte Rampling (Milena Gardosh)
David Thewlis (Roy Washburn)
Hugh Dancy (Michael Tower)
Guión Leora Barish Henry Bean
Fotografía Gyula Pados
Música John Murphy
Montaje John Scott
Año 2006
Nacionalidad Alemania-España-Reino Unido-USA
Han transcurrido 14 añitos desde que se estrenó Instinto básico, en donde una mediocre Sharon Stone tomaba aires de estrella merced a un cruce de piernas en el que dejaba al aire su pubis. Ese hecho marcó el antes y el después en su carrera, marcada por películas mediocres como Sangre y Arena, El año de las armas, o Confesión criminal, hasta 1992 donde tras su aparición en Instinto básico, se convirtió en una megaestrella e inclusó brilló en Casino, luego haría más películas horribles como Rápida y mortal, Acosada, Catwoman, Tercera identidad, hasta esta secuela de Instinto básico.
Está claro que de no ser por ella, esta segunda parte no se habría realizado, ya que si alguien va al cine a ver esta película no es por que sea una buena película ni mucho menos, pues es lenta, aburrida, insulsa, sin suspense, ni emoción alguna, más lineal que el encefalograma de un difunto, sino por ver como Sharon Stone a sus 48 años está estupenda, incluso más jamona que cuando tenía 34.
La película se vende como un producto tórrido que desborda erotismo y eso es un truco publicitario que igual funciona en taquilla, pero en lo que se refiere a escenas de sexo, cualquier telefilme de sobremesa pone más carne en el asador. Busca cierta transgresión con unos diálogos irrisorios en los que Stone habla una y otra vez de masturbaciones, de follar y de correrse (si alguién quiere unos diálogos chispeantes, preñados de erotismo que se vea Lila dice donde Vahina Giocante da un recital de lo que significa provocar, sin recurrir a ningún cruce de piernas).
Por lo demás la trama no se sostiene y trata de enmendar el aburrimiento de una hora y media con un final pésimo. El actor que folletea con la reina del picahielos, David Morrissey está fatal, con pocos registros y demasiado apamplado (nada que ver con el procaz Michael Douglas de la primera parte).
En resumen que la película es un tostonazo y que Stone se ha llenado los bolsillos haciendo una secuela que se podían haber ahorrado, ya que es perfectamente prescindible. Luego uno tiene que oír a Sharon Stone decir que se han cortado muchas escenas de sexo en el montaje final, que a ella, le hubiera gustado que no se hubieran suprimido. En fin es como si vemos un Barça-Madrid y solo juegan los suplentes. Craso error.
Instinto básico 2: Adicción al riesgo IMDB | Página oficial
yo creo que tiene buena teetaa
yo creo ke sí es buena actriz…pero con guiones malos, ni una buena actriz lo salva. y el actor no es ke sea malo, sino ke su personaje es frío. la peli es una m.
Menuda chamacota, los que la critican es que se reconcomen de envidia por lo golosa que esta con la edad que tiene
Esta mujer es un sex symbol y lo sera por muchos años, porque eso solo lo pueden decir unas pocas.
Viva Mexico cabrones