La autopsia de Jane Doe (André Øvredal)

La autopsia de Jane Doe (2016) es una notable de terror dirigida por el 
noruego André Øvredal con Emile Hirsch, Brian Cox, Ophelia Lovibond y 
Olwen Catherine Kelly.


La película discurre en su totalidad en una sala de autopsias, en un 
negocio familiar que llevan un padre y su hijo. Una noche reciben el 
encargo de realizar la autopsia, en cuestión de horas, al cuerpo de una 
joven que aparece en la escena de un crimen múltiple, en una casa, con 
el cuerpo medio enterrado, pero sin que se pueda dilucidar a simple 
vista la causa de la muerte, ya que no hay orificios de bala, señales de 
estrangulamiento o envenenamiento. Como la chica no tiene 
identificación, viene a ser un don nadie, lo que los americanos 
denominan un John Doe, y por analogía Jane Doe, a la que da vida, es un 
decir, la bella actriz y modelo Olwen Catherine Kelly, la cual se pasa 
toda la película desnuda, sin mover pestaña, sobre la mesa en la que 
cual insecto en manos de un entomólogo será diseccionada.


Para los forenses supone un reto y se ponen manos a la obra y con una 
radial en la mano trepanando cerebros o abriendo el cuerpo en canal. 
Algunas escenas resultan entonces de lo más estomagantes, porque todo 
resulta en exceso verosímil.


Los efectos especiales que iremos viendo son mínimos, porque lo que 
prima aquí es esa sensación de desconocimiento y desazón al  no entender 
qué es lo que ha sucedido con la joven muerta, pues a medida que se 
desarrolle la autopsia no dejarán de encontrarse con sorpresas de todo 
tipo, ya sea desde el hecho de que a la joven le han arrancado la 
lengua, tienen los huesos de las muñecas y los tobillos rotos o incluso 
tienen marcas y estrías en el corazón por no hablar de los pulmones 
negros como obsidiana. En ese sentido la película resulta muy 
interesante porque su guion abre la historia a variantes poco 
exploradas. Luego se adentra más en el terreno sobrenatural y la 
historia cambio de tercio yendo por estos derroteros. En conjunto la 
historia funciona. Bien en los sendos papeles del hijo y padre, los 
actores Emile Hirsch, Brian Cox.


El único escenario resulta claustrofóbico, la música, la fotografía 
tenebrista, y la predisposición a la que nos aboca una sala de 
autopsias, con cadáveres de por medio, conforman una película notable en 
su planteamiento como en su ejecución.

Nuestra puntuación

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