Dirección: José Luis Cuerda.
Países: España, Francia, Portugal y Argentina.
Año: 2006.
Género: Drama.
Interpretación: Ricardo Darín (Nicolás), Irène Jacob (Ingrid), Bebe (Sezar), Glòria Roig (Luisa), Víctor Valdivia (Raúl).
Guión: José Luis Cuerda; basado en la novela «La educación de un hada» de Didier van Cauwelaert.
Producción: Gerardo Herrero, Mariela Besuievsky y Sarah Halioua.
Música: Lucio Godoy.
Fotografía: Hans Burmann.
Montaje: Nacho Ruiz Capillas.
Dirección artística: Josep Rosell.
Vestuario: Sonia Grande.
A José Luis Cuerda le debemos la mejor comedia del cine Español, Amanece que no es poco. La educación de las hadas es un drama-poético o algo así parece querer ser, sin lograrlo.
Cuenta el elenco con figuras como el argentino Ricardo Darín y la francesa Irène Jacob. El primero funciona mejor que la segunda, pero en ningún momento han conseguido meterme en su «historia».
Esta película es de esas en las que debes conectar con sus elementos fantásticos. Así de entrada hemos de creernos que entre Nicolás e Ingrid surge el amor, también que Nicolás siente algo por el resabido hijo de Ingrid. Que las charlas acerca de «las hadas» y de los «padres naturales» nos hagan alguna gracia. También que la figura de Sezar, cajera de un supermercado que se interesa por Nicolás, nos interese, porque la falla de esta película, es que cunde el desinterés desde el primer fotograma, en esta película lenta y anodina, donde los buenos propósitos se ven truncados, con actuaciones muy justitas en especial Irène Jacob y una historia fantástica, que no lo es en absoluto, con muchos altibajos.
No es la educación de las hadas una película con la que fantasear, dotada de magia, con la que emocionarse y soñar, más bien se hace tediosa y solo queda esperar al final para escuchar a Bebe cantar su cancion Tiempo pequeño, que es lo mejor de la película, por la que Bebe consiguió el Premio Goya a la mejor canción original.
Eso sí, el paraje en el que viven los protagonistas en el Montseny Catalán es una delicia visual.