Dirección: Katja von Garnier.
País: USA.
Año: 2007.
Género: Drama, fantástico, terror.
Interpretación: Agnes Bruckner (Vivian Gandillon), Hugh Dancy (Aiden Galvin), Olivier Martinez (Gabriel), Bryan Dick (Rafe), Katja Riemann (Astrid).
Guión: Ehren Kruger y Christopher Landon; basado en el libro de Annette Curtis Klause.
Producción: Hawk Koch, Richard Wright, Wolfgang Esenwein, Tom Rosenberg y Gary Lucchesi.
Música: Johnny Klimek y Reinhold Heil.
Fotografía: Brendan Galvin.
Montaje: Martin Walsh y Emma Hickox.
Diseño de producción: Kevin Phipps
Título orginal Blood & Chocolate
Por una vez y sin que sirva de precedente he de decir que la traducción del título nos permite hacernos una idea sobre el contenido del film,mejor que atendiendo a su título original, Blood and Chocolate, ya que la película va de hombres y mujeres lobo.
La joven Vivian es una mujer lobo, que se gana la vida haciendo bombones caseros, la cual está destinada a ser la lider de la manada contra su voluntad, pues al conocer a un chico americano, especialista en el tema de los «hombre-lobo» con el que comienza una relación, su única aspiración será ser una chica normal y corriente.
La acción transcurre en Rumanía donde cada vez se ruedan más películas al resultar a los americanos más económicos los rodajes.
Esta revisitación del hombre lobo es muy descafeinada, ya que ni hay abundancia de sangre, ni de sexo, ni de acción, ni de glucosa. Los efectos especiales se ciñen a mostrar la mutación de humanos en lobos, de modo bastante cutre, lejos de cualquier espectacularidad.
La película transita por los convencionalismos y es de lo más previsible en su desarrollo y ejecución. Los hombres lobo asustan mucho menos de lo que debieran y el interés que puede suscitar esta película es mínimo pues no hay nada que me haga recomendar su visionado, ya que ni asusta, ni intriga, y divierte poco o nada.
Entre los protagonistas vemos a Olivier Martinez, como Gabriel el jefe de la manada que se las tendrá con Vivian a la que conmina a cumplir con su deber y mantener la tradición.
La marca del lobo es por tanto una película perfectamente prescindible.