Dirección: Jaime Marqués Olarreaga.
Reparto: Juan José Ballesta (Alex), María Valverde (Sara), Patrick Bauchau (anticuario), María Ballesteros (madre), Carlos Kaniowsky (peluquero), Christian Sampedro (aprendiz).
Guión: Jaime Marques Olarreaga y Juan Ibáñez; basado en un argumento de Jaime Marques Olarreaga y Enrique López Lavigne.
Producción: José Ibáñez y Antonio P. Pérez.
Música: Federico Jusid.
Fotografía: David Azcano.
Montaje: Iván Aledo.
Dirección artística: Juan Botella.
Vestuario: Fernando García.
España 2007
Película un tanto soseras, interpretada por 2 niños prodigio del cine español reciente, Juan José Ballesta y María Valverde, que en estos momentos se encuentran en ese punto de sus respectivas carreras en que los papeles de adultos les vienen grandes y ya no están para hacer de críos. Es por eso que han de sobrevivir con papeles de adolescentes, en el caso de ella, lolitas un tanto desvocadas y en el caso de él chavales problemáticos.
Precisamente eso es lo que cabía esperar de ambos en Ladrones, pero ni Valverde está tan sugerente aquí como en Melissa P. (donde se pasaba, todo hay que decirlo), ni Ballesta vuelve a recordarnos a aquel Bola que le dio la fama (cosa que sí hacía en Cabeza de Perro o 7 Vírgenes).
Por todo le ello, auguro problemas en su afán por ganarse la vida como actores. Lo lograrán, pero de que encuentren un director que les sepa sacar lo que llevan dentro dependerá que se conviertan en dos actores mediocres o en los nuevos Jorge Sanz y Maribel Verdú del cine español del s. XXI, porque por ahí veo sus carreras si las cosas les van bien, y es algo que deseo porque en ambos casos me gustan mucho como trabajan.
Como decía la principio la peli me ha parecido sin mucho aliciente. Alex (Ballesta) es un joven que ha pasado su vida internado en un orfanato, al ser su madre, una rumana, encarcelada por los robos que cometía. De pequeño él ayudaba a su madre y así, con pequeños hurtos al despiste ha ido ganándose la vida. En el momento en que decide buscar a su madre se encuentra también con Sara (Valverde), una niña pija a la que los robos que comete con él “la ponen”.
Entre ambos se inicia una relación con tensión sexual muy forzada y compenetración “laboral” que va por el mismo camino. Cuando pretenden meterse en algo más grande de los típicos robos en el metro, la cosa se les va de las manos y la delincuencia organizada, a pequeña o gran escala, hacen que nada sea fácil para ellos, además de darse cuenta de que, cual Romeo y Julieta, sus clases sociales hacen que sus vidas nunca puedan converger. Eso queda reflejado también en la actitud protectora a la vez de consentida, de los padres de ella y la que la madre de él adopta cuando la encuentra.
No sé si gustará mucho a los peluqueros la analogía que se hace en la película, ya que el chaval, al que le han enseñado el arte de birlar carteras y tiene unas manos entrenadas y que sigue entrenando para ello, tiene la misma gracia para robar que para cortar el pelo, ya que sus hábiles dedos manejan las tijeras o sacan una cartera de un bolsillo con la misma habilidad.
El director es Jaime Marqués Olarreaga y ha llenado la película de primeros planos que se recrean en los detalles y sobre todo en los rostros. La trama se sustenta en los 2 protagonistas y sin ellos la peli perdería enteros, ya que sus interpretaciones son acordes con la historia, aunque sin alardes.
En Cuak | Otra crítica de Ladrones
Juan José Ballesta | 7 Vírgenes | Cabeza de Perro
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