Lo mejor de mí

Dirección: Roser Aguilar.
País: España.
Año: 2007. Duración: 78 min.
Género: Drama.
Interpretación: Marian Álvarez (Raquel), Juan Sanz (Tomás), Lluís Homar (Eduardo), Alberto Jiménez (Dr. Ferrer), Marieta Orozco (Silvia), Carmen Machi (Carmen), Pablo Derqui (David), Maife Gil (Pilar), Pep Cortés (Ignacio), Enric Ases (Alberto), Nausica Bonin (Claudia).
Guión: Roser Aguilar y Oriol Capel.
Música: Jens Neumaier.
Fotografía: Isaac Vila. Montaje: Bernat Vilaplana.
Dirección artística: Leo Casamitjana.
Vestuario: Núria Cardoner y Silvia Iglesias.

¿Qué harías tú por amor?.

Esta es la pregunta sobre la que se cimenta la película. Tomás y Raquel, son novios, y ahora por que ella así lo quiere, se van a vivir juntos. Él es atleta, ella trabaja en una emisora de radio dando boletines informativos. Todo va bien, hasta que él un día sobre la pista se desvanece. Sufre una hepatitis y precisa de un higado nuevo. Puede esperar un transplante, o bien recibir medio higado de un donante vivo. Raquel, a pesar de que no están casados, ni de llevar mucho tiempo juntos, pudiendo entender lo suyo como una historia sin más, está decidida a salvar a su chico donando su medio higado. Así queda respondida la pregunta del principio. Pero la historia no es es tan sencillo como eso, porque Tomás es un picaflor, tiene miedo al compromiso y si decide ir a vivir a Raquel no es por convicción sino por obligación, así que éste no tenga reparos en acostarse con otra atleta. ¿Qué es Raquel por tanto para él? ¿Es una aventura más o la mujer de su vida?.

Quizá buscando el golpe de efecto que rompa la magia, el final se sale por la tangente, y sin que entendamos muy bien por qué, Raquel una vez que los dos se recuperen de las respectivas intervenciones, decidirá poner tierra por medio, porque durante esas semanas, algo ha cambiado dentro de ella, quizá la soledad, le ha susurrado palabras que duelen, y ha abierto los ojos a algo que siempre ha estado ahí pero que el enamoramiento, la pasión, lo que sea, le ha impedido ver: que Tomás no es su chico. Ha decidido pues que lo mejor de ella, es ella misma, que su vida es suya y quiere vivirla, lo que sea que esto signifique.

El peso de la película recae sobre el fragil cuerpo y la mirada dulce de la actriz Marian Alvárez, premiada en el Festival de Locarno. Es ella la que va tornando su carácter, sufriendo diferentes estados emocionales, hasta llegar a su decisión final sobre la azotea del piso en el que viven, mientras anochece, y ellos dos se enseñan sus cicatrices, sin que las heridas del alma sean capaces de mostrarse o explicarse.

Se disfruta por lo interesante de la propuesta, por la interpretación de Marian y Lluis Homar, soberbio como siempre. Por una película que no pretende ser comercial, sino contar una historia de amor-desamor, de entrega y rechazo, de esas corrientes del alma que anegan nuestros cerebros, dejándonos una resaca existencial que sólo cura la experiencia.

Dirige Roser Aguilar. Es su primer largometraje, tras el corte Cuando te encontré (1999)