Dirección: Lee Tamahori.
Reparto: Nicolas Cage (Cris Johnson), Julianne Moore (Callie Ferris), Jessica Biel (Liz), Thomas Kretschmann (Sr. Smith), Tory Kittles (Cavanaugh), Peter Falk (Irv).
Guión: Gary Goldman, Jonathan Hensleigh y Paul Bernbaum; sobre un argumento de Gary Goldman basado en el relato “The golden man” de Philip K. Dick.
Producción: Nicolas Cage, Norm Golightly, Todd Garner, Arne L. Schmidt y Graham King.
Música: Mark Isham.
Fotografía: David Tattersall.
Montaje: Christian Wagner.
Diseño de producción: William Sandell.
Vestuario: Sanja Milkovich Hays.
USA 2007
Philip K. Dick ha dado muchas y muy buenas historias fantásticas a la literatura y el cine las ha aprovechado para mostrárnoslas en pantalla grande. Entre ellas están 2 clásicos del cine de ciencia ficción: Blade Runner y Desafío Total. No sé si será por la falta de ideas en Hollywood, pero últimamente varias películas están basadas en novelas o relatos cortos suyos: Minority Report, Paycheck, A Scanner Darkly,…
Pero de esta película de la que vamos a hablar, Next, me llama la atención la infinidad de posibilidades que brinda la idea original de la que parte esta historia. Es la siguiente: el protagonista es un hombre que puede predecir el futuro, aunque exclusivamente la parte que está relacionada con él y sólo con 2 minutos de antelación (en La Ciencia del Sueño era un segundo, creo recordar, lo que le hacía viajar en el tiempo su máquina casera).
Él ha decidido utilizar ese don para llevar una vida cómoda, sin alardes y sin llamar mucho la atención y malvive de un espectáculo de magia que realiza en Las Vegas, complementando sus ingresos con alguna que otra mano (segura) de Black Jack en los casinos.
Una persona que predice lo que le va a suceder en los próximos segundos. Se me ocurren un montón de opciones por las que podría tirar la historia, aunque en este caso se tira por el sentimentaloide. Este hombre predice a la hora exacta con la que se va a encontrar con una mujer, pero ese acto concreto lo predice con mucha más antelación, así que a la hora que él ve en el reloj, se planta en la cafetería donde tiene que ocurrir 2 veces al día, hasta que al final la chica aparece.
Para su desgracia el FBI le ha echado el ojo, y en concreto hay una agente obsesionada con él y requieren sus servicios para evitar una catástrofe nuclear, por lo que su idea de vivir feliz el resto de su vida con su extraña princesa azul que acaba de conocer se verá truncada, más aún cuando los malos también andan detrás suyo.
Hay una frase que dice el protagonista: “el futuro cada vez que lo observas cambia y eso cambia todo lo demás”. Me gusta la idea en que nos lo muestran, pues vemos acciones que parecen estar sucediendo, pero sólo son las visiones que él tiene, entonces todo vuelve a empezar y vemos lo que ocurre realmente. En otras ocasiones lo vemos a él “desdoblarse” para explorar diferentes opciones de futuro.
En los casos en que la acción se repite como la ve primero (o más de una vez) y como sucede después, la película recuerda a Atrapado en el Tiempo. Hablando de referencias también hay otras clarísima La Naranja Mecánica, concretamente a esta imagen. Para terminar con las referencias, en una imagen se ve un instante de la película Teléfono Rojo, lo que habiendo una amenaza nuclear por medio es interesante.
La película tiene intriga, por como va mezclándose el rollo del arma nuclear (al más puro estilo 24) y la relación entre el prota y la chica, pero al mismo tiempo tiene mucha acción (alguna persecución y sobre todo la escena de la caída por la ladera).
Todavía no lo había dicho, pero el protagonista es Nicholas Cage. Entre sus papeles este se podría clasificar como serio. Está casi toda la película con el ceño fruncido y con apariencia de que su mente está siempre trabajando al 500%.
La agente que le busca es Julianne Moore, a la que por alguna razón que se me escapa parece que no le sienta bien el papel. Algo falla en la caracterización del personaje, es como si tuviera una china en el zapato, que no se ve, pero se nota que le molesta.
La chica que persigue el protagonista, el dulce ángel caído del cielo está interpretado por Jessica Biel, que me parece una gran actriz a la que le dan papeles más para lucir su belleza que sus dotes interpretativas. Ya va siendo hora de que pegue el puñetazo en la mesa y exija o elija papeles de mayor profundidad, porque tiene una presencia ante la cámara a la que se le puede sacar mucho más provecho. Aunque tampoco le vamos a hacer ascos a su luminosa sonrisa, su profunda mirada y su contundente y contorneado cuerpo.
En fin, que en lo que a lo actoral se refiere, la Biel da igual lo que haga, la Moore se podía haber puesto un poco las pilas y Cage podía haberse estirado un poco más.
Teniendo claro que se va a ver una película de acción y que además te dan una historia coherente e interesante, con interpretaciones que van justillas, pero una buena ración de efectos especiales, tengo que decir que me doy más que por satisfecho, y supongo que así se deberá sentir cualquiera que la vea. Tiene algún momento pastelón entre los protagonistas, pero dura poco y el desarrollo es mucho más lineal de lo que puede suponerse por lo de los 2 minutos de adelanto que lleva Nicolas Cage al resto del mundo.
Una visión un poco diferente de las paradojas temporales, como podemos ya intuir en los créditos iniciales.
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