No confÃes en nadie. En los reseñistas menos aún.
Este pelÃcula es muy misteriosa. Su protagonista es una mujer de cuarenta y pico años la cual ha pérdido su memoria reciente. Cada dÃa que comienza parte de cero. Se ve en la cama acompañada de un hombre, durmiente. Va al baño a hacer pis y allà encuentra un montón de fotos pegadas en la pared. Fotos de su boda, de su marido, de sus momentos felices. Luego el hombre que está en la cama, su marido, le cuenta lo que le sucede, su incapacidad para recordar nada nuevo, etcétera.
Un dÃa, la mujer recibe la llamada de un doctor que quiere ayudarla. En una cámara ella grabará antes de acostarse lo que va haciendo cada dÃa, asà puede contrastar al dÃa siguiente lo que le dice el marido con lo que ella registra en su cámara. Gracias al doctor, la mujer va recordando cosas, momentos, personas, como una amiga a la que hace mucho tiempo que no ve. Todo esto la sume en la confusión pues no tiene del todo claro si esos recuerdos son verdaderos o su mente los ha cincelado mezclando churras con merinas.
El director, Rowan Joffe, logra que una historia que en su planteamiento podrÃa ser excesiva pero que se circunscribe a cuatro tópicos, mantenga el interés de principio a fin.
Algo, o mucho, tiene que ver en ello que los protagonistas con Nicole Kidman, en la piel de la mujer desmemoriada, Colin Firth, como el marido abnegado y Mark Strong como el doctor.
Como nos tememos se reserva para el final el tÃpico y tópico golpe de efecto.
Entretenida. Sin más.