Dirección: Jean-Pierre Limosin.
Países: Francia, España y Suiza.
Año: 2002.
Duración: 98 min.
Interpretación: Eduardo Noriega (Graham), Anna Mouglalis (Irène), Nathalie Richard (Sabine), Eric Caravaca (Fred), Paz Vega (Isabelle), Lény Bueno (Antoine), Julie Gayet (Julie), Agathe Dronne (Céline), Bernard Bloch (Doctor Sagem), Vincent Dissez (Simon).
Guión: Jean-Pierre Limosin y Christophe Honoré.
Producción: Hengameh Panahi.
Música: Kraked y Zend Avesta.
Fotografía: Julien Hirsch.
Montaje: Cristina Otero Roth.
Dirección artística: Jimmy Vansteenkiste.
Vestuario: Maripol.
En 2002 Eduardo Noriega hizo sus pinitos en el cine Francés, con la película Novo que pasó sin pena ni gloria, y es entendible dada su baja calidad, secundada por la también española, Paz Vega. El cartel de la película es cuando menos provocativo, pues la cabeza de Noriega busca algo bajo las faldas entre las piernas de una mujer.
Novo es la excusa perfecta para mostrar a Eduardo Noriega convertido en un icono sexual. En apenas quince minutos, su personaje se ha acostado con dos mujeres diferentes de su empresa, si bien ha de pagar peaje y además de ser garabeteado en su cuerpo por Irene, una de sus amantes, también ha de dejar que ésta le depile las nalgas, pero el amor es lo que tiene.
Es curioso que cuando Noriega rodó el anuncio de una tónica media España se excitara porque el actor mostraba su culo, cuando en Novo se pasa media película en pelota picada.
Al estilo de la notable Memento, Graham es un treintañero que no recuerdo lo que ha hecho media hora antes, así que va apuntando todas las cosas que conforman su existencia sobre post-it de diversos colores y apuntes varios que pega sobre la pared de su casa así como en una pequeña libreta que recoge los acontecimientos más importantes.
En la empresa donde está empleado su jefa se lo cepilla con algarabía y complacencia de Graham que a pesar de perder la memoria no hay perdido el gusto por el sexo y dispara a todo lo que se menea. Allí conoce a una chica llamada Irene que el primer día de trabajo se lo pasa por la piedra y con el que mantiene pasatiempos eróticos que muestran al espectador.
Graham antes de perder la memoria, tenía una vida, una esposa y un hijo el cual ronda los catorce años cuando Graham tiene poco más de treinta, pero la coherencia interna no es una virtud de esta película. El niño quiere estar con su padre siguiéndolo por todas partes. A su vez su mujer, Isabel, ha rehecho su vida, al constatar que su marido, Graham-Pablo, no la recuerda.
Irene queda prendada de Graham y aunque reconoce que es desagradable no recordar, también apunta que es agradable follar, sin pasado, sin costumbres, dado que cada vez es como la primera vez, pero también quiere leer sus libros, que le gusten a ella y que cuando se está enamorado, se es egoista por dos.
La historia es aburrida hasta la extenuación, el guión es la mínima expresión, para contar una historia que se agota a las primeras de cambio, toda vez que sabemos que a Graham le falla la memoria (algo que no da ningún juego, como si sucedía para nuestra fortuna en Memento, generando intriga y suspense), para luego ir dando palos de ciego, de polvo en polvo de cuerpo en cuerpo, sin que ni Noriega, ni la bellísima Anna Mouglalis, ni mucho menos la insulsa Paz Vega logren dar cuerpo a unos personajes que se mueven sin que nada de cuanto hacen o dice nos importe un bledo, con subtramas como la historia de la muela o el reencuentro con el hijo que quedarán en los anaqueles polvorientos que recogen todas esas obras cinematográficas a olvidar.
Novo es un auténtico desastre de comienzo a fin.
Eduardo Noriega | Luna | Alatriste | El método
Paz Vega | Teresa el cuerpo de Cristo | Los Borgia | Lucía y el sexo
hay una escena en la playa donde Noriega totalmente desnudo está con un adolescente y el actor que interpreta al pendejo se la pasa mirándole sin disimulo el pene que se bambolea de un lado a otro en las piruetas que hace el actor español en la arena, los que dirigían la película tendrían que haberle dicho al mocoso que mire para otro lado pues se pone en evidencia una tendencia gay
Me parece que la crítica de quien escribe carece de sustento. No hace más que envidiar a Eduardo, y tal deseo, le ciega para realizar una correcta crítica del filme.
Es una película entretenida, interesante y llena de metáforas, en las que aparece un Adán, desnudo corriendo por la playa, una Eva, comiendo manzana bajo el árbol. Ambos son personajes siempre tentados por el conocimiento (o por la memoria) para deshacerse la inocencia y enfrentarse a la realidad (la hecha de recuerdos).
Por otro lado, es interesante ver cómo un hombre se puede convertir en un títere de mujeres entregadas, perversas, juguetonas, que sólo se interesan por un gran amante.
Divino el juego sexual entre los actores.
Buffff, recuerdo cuando la vi. Que mala. Sólo era una excusa pa sacar a Eduardo Noriega desnudo, y a Paz Vega. Y cierto que se excitó media España con la tonica, pero es que estaba doblado.
Abstenerse de la película, en serio.