Dirección y guión: Fernando Colomo.
País: España.
Año: 2006.
Duración: 95 min.
Género: Comedia.
Interpretación: Javier Cifrián (Caín), Nur Al Levi (Aisha), Asier Etxeandia (Abel), Ash Varrez (Shakir), Lalita Ahmed (Samaah), Gayathry Kesavan (Reema), Laskmi Khabrani (Fátima), Laura Cepeda (Milagros), Víctor Benjumea (Cristóbal), Kira Miró (Pino).
Guión: Fernando Colomo; basado en un argumento de Joaquín Oristrell y Fernando Colomo.
Producción: Beatriz de la Gándara y Gustavo Ferrada.
Música: Juan Bardem.
Fotografía: Néstor Calvo.
Montaje: Antonio Lara y María Lara.
Dirección artística: Ion Arretxe.
Vestuario: Vicente Ruiz
Fernando Colomo director y guionista de esta película, aborda la inmigración no bajo un prisma sociológico que trate de ver el impacto que la misma tiene en nuestra sociedad, sino en tono de comedia.
Para ello, Caín un treintañero regordete, afable y un poco alelado, ve como su hermano Abel, pendenciero y mujeriego deja emabarazada a Aisha, una mujer musulmana, del barrio donde ambos viven, en Lavapiés.
Cuando Abel pone tierra de por medio y se va a Canarias con su mujer y sus dos hijas, Aisha decide tirarse por el balcón. Solo es un susto.
En el hospital, la familia de Aisha descubre que esta, está embarazada, así que Caín decide hacerse cargo de la situación y del hijo. Ello implica que Caín deba convertirse al Islamismo, respetar el Ramadán, rezar cinco veces al día y casarse con Aisha..
En ese contraste entre las dos culturas, la cristiana y la árabe tiene lugar algunos de los momentos más divertidos de la cinta, la cual gracias al desenfado y desparpajo en el rodar de Colomo, hace que esa hora y media que dura se pase en un suspiro.
Las interpretaciones son meritorias, en especial Javier Cifrián, en la piel de Caín, que hace entrañable su personaje. Lo mismo diré de Asier Etxeandia, que como Abel, se nos presenta en las antípodas de su hermano, siempre dispuesto a arrebatarle a las mujeres que le gustan y a complicarle la vida y por último de Nur Al Levi, otra apuesta interesante, que además canta las canciones que suenan en la película con una voz de lo más sugerente.
Es de agradecer que las personas que practican el Islamismo se nos presenten en esta película como seres humanos dignos de respeto, lejos de las Madrazas y los fanatismos belicosos, como personas que desean vivir en paz, dentro del respeto a su religión y a los demás.
La ternura y el buen rollito que destila esta película es un jarro de agua fría, en los ánimos caldeados de los que pretenden hacer de la inmigración un problema y no una oportunidad.
Para los que creemos que son más cosas las que nos unen que las que nos separan, El próximo oriente es una agradable película. Un bonito cuento con final feliz.