Michel Placido dirige esta película basada en el libro de Giancarlo De Cataldo del mismo nombre, Romanzo Criminale. La película comienza con unos niños pilotando un coche, que en un control de la policía se llevan a un agente por delante y se dan a la fuga. Luego cuando están en su refugio, próximo a la playa aparecen los carabinieri, y los niños salen disparados, corriendo entre las dunas.
Años más tarde, a finales de los 70, esos niños, ya hombres se convierten en gangsters. Su primera hazaña es un secuestro que se salda con la muerte del rehén, previo cobro de la cantidad adeudada. Uno de la banda, El libanés, decide invertir parte del dinero procedente del secuestro. La banda de la Magliana como se les conocerá, poco a poco va conquistando territorios, haciéndose con el control del tráfico de drogas en Italia, eliminando la competencia a balazos, sin miramiento alguno.
Los cabecillas de la banda, son El libanés, El frío un ser calculador ávido de venganzas y reyertas, con un hermano adicto a la heroína, que busca el amor en los brazos de una mujer virginal, interpretada con soltura por Jasmine Trinca, El Dandi, que apunta maneras de Capo y se busca las habichuelas delatando a quien sea menester. Hay también mujeres fatales en la historia, que a golpe entrepierna y polvazos espasmódicos, traen en jaque al Dandi y al inspector Scialoja que trata de resolver los casos de asesinato que se suceden casi a diario.
Se van insertando a su vez en la película imágenes de acontecimientos acurridos durante esos años: el asesinato de Aldo Moro, el atentado en la estación de Bolonia.
Los miembros de la banda no se nos presentan como seres despreciables, sino que más bien, sus actos responden a un mecanismo de causa-efecto. Tu me la juegas, y yo te lleno el pecho de plomo. Tu me traicionas y yo te hago volar por los aires, creando una espiral de violencia y venganzas que acaba con todos muertos, todo ello bajo el inquebrantable valor de la amistad, que desgraciadamente salta por los aires, dejando claro que los intereses de cada uno están por encima de su lealtades.
El maremagnun de personajes que intervienen, en este proyecto coral, crea confusión. Como en el caso de los servicios secretos, que actúan en la sombra, no se llega bien a saber cual es su cometido, ni su participación por acción u omisión en los actos criminales de la banda.
La película aun durando dos horas y media, resulta entretenida, a lo que contribuye unas buenas interpretaciones de todo el elenco, del que destacaría a Kim Rossi Stuart (El frío), Pierfrancesco Favino (El libanés), Stefano Accorsi (Commissario Scialoja) y Anna Mouglalis (Patrizía), y un ritmo ágil (que no frenético), que aún lejos de la calidad de películas recientes, de similar temática, mucho mejores como Ciudad de Dios, resulta interesante.