Dirección: François Girard.
PaÃses: Canadá, Italia y Japón.
Año: 2007.Duración: 107 min.Género: Drama.
Interpretación: Michael Pitt (Hervé Joncour), Keira Knightley (Hélène Joncour), Alfred Molina (Baldabiou), Kôji Yakusho (Hara Jubei), Mark Rendall (Ludovic)
Guión: François Girard y Michael Golding; basado en la novela de Alessandro Baricco.
Producción: Niv Fichman, Nadine Luque, Domenico Procacci y Sonoko Sakai.
Música: Ryuichi Sakamoto.
FotografÃa: Alain Dostie.Montaje: Pia Di Ciaula.
Diseño de producción: François Seguin.
Vestuario: Kazuko Kurosawa y Carlo Poggioli.
Llevar a la gran pantalla un libro de escasas cien páginas, como Seda de Alessandro Baricco es correr un riesgo, confiando en que la buena acogida que tuvo el libro atraiga al espectador al cine. En el libro la historia de amor-desamor funcionaba bien y el libro tenÃa una aura poética que impregnaba el relato, que se leÃa en un par de horas.
En su traslación a la gran pantalla, se confÃa en exceso en los bellos paisajes por los que transita el protagonista, Hervé, unos paisajes hermosos que son una delicia para los sentidos. Pero eso y nada es lo mismo si la historia humana no tiene chicha, y esta tiene muy poca. Hervé se enamora de Heléne, pero enseguida, nada más casarse, se va nada menos que a Japón a coger unos huevos, con los que se fabricará en su pueblo seda. En ese viaje se enamora de una misteriosa mujer, que no es Japonesa, que marcará su existencia ya para siempre.
A su regreso, su relación con su mujer se ha enfriado y Hervé sólo quiere volver a Japón a recuperar algo que nunca ha tenido, movido por un deseo irrefrenable, mientras Heléne constata como Hervé no es ya el hombre del que se enamoró, con la mente en otra parte, a lo que se suma que no pueden tener descendencia y eso les atormenta.
Lo interesante de un viaje es que quien lo realiza cambie interiormente, pero en ese aspecto los personajes son meras caricaturas, ligeros esbozos, meros caretos sin nada dentro, por lo que es imposible conmoverse lo más mÃnimo con la historia que se ve.
De nuevo uno se pregunta si es necesario llevar al cine todos los libros que han sido éxitos de ventas. En esta ocasión su paso a la gran pantalla ha sido una pelÃcula lenta, banal y aburrida carente del menor interés, más allá de una preciosista fotografÃa y unos escenarios naturales impactantes.
Ya puestos, no sé a qué están esperando para adaptar Nieve, de Maxence Fermine, muy parecido a Seda, también ambientado en Japón con mujeres funambulistas y Haikus.
El tiulo de esta pelicula mas que seda deberia de ser «Sedante» y es que consigue aburrir a las moscas. Por otro lado muy pesado el toque de piano y una interpretacion del personaje protagonista bastante mala.