Familiarmente para Jack todas las cartas se ponen sobre la mesa en este episodio, así que parece que por ese lado la cosa debería resolverse pronto.
En lo relativo al Presidente, este no sabe la que se le viene encima, y nosotros tampoco, pero lo intuimos, a ver qué se les ocurre a los guionistas en esta ocasión para sorprender en todo este complot. Una de las meteduras de pata que suele haber: en las reuniones secretas que se mantienen en los sótanos, porque “se supone que es seguro”, cuando uno de ellos intenta hacer la pirula el otro, que parece que se ha ido pero está detrás de la puerta, se entera de todo. Vaya, que podía haber habido alguien ahí todo el rato y ni se hubieran enterado.
En este episodio hay una conversación que representa una escena curiosa. Uno de los interlocutores está en una azotea con un móvil y otro en un piso más alto, enfrente, con el manos libres hablando con el otro mientras lo está viendo por el ventanal. Me ha parecido que se salía un poco de lo habitual.
Y… Ohhhh Golpe de efecto para acabar, porque en el último minuto hay un invitado sorpresa… que no desvelaré.
Enlace | 24 | Capítulo 9º