Sin remordimientos (Stefano Sollima),

Sin remordimientos, basada en la novela de Tom Clancy, es una película que rezuma acción. Volvemos a los viejos enfrentamientos entre americanos y rusos. Eso sí, soterrados. El soldado John ve cómo después de una misión como Navy Seal en Alepo, en su hogar junto a su mujer embarazada, una noche recibe la visita de unos mercenarios que vienen con idea de asesinarlos. Solo John sobrevive. A partir de entonces sólo le moverá y animará un propósito: la venganza, que aquellos que mataron a su mujer y a su hijo paguen por lo que ha hecho.

En medio la CIA, el Secretario de Estado americano, cada cual defendiendo sus intereses. John se siente un peón, uno más de tantos que los jerifaltes disponen sobre el tablero para sus fines. Todo se reduce a que los americanos necesitan un enemigo común que logre evitar las discusiones internas, algo que una a los americanos y los hermane en la lucha contra ese enemigo que hay que crear, que bien pueden ser los rusos, avivando así el fuego de una guerra fría ya extinta.

Un planteamiento tan básico precisa de dos horas en las que no faltan espectaculares escenas de acción a cargo del musculoso Michael B. Jordan, que no ofrecen nada nuevo, salvo distraer al espectador con balaceras, explosiones, mucha adrenalina y pirotecnia. Y que desaprovechados están actores como Guy Pearce o Jamie Bell.

Nuestra puntuación

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